Culiacán, Sin., 25 de noviembre.

Un juez federal de la ciudad de Tucson, Arizona, en Estados Unidos, ordenó el traslado, lo antes posible, de Serafín Zambada Ortiz, hijo de Ismael El Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa, a San Diego, California, para enfrentar cargos de narcotráfico.

Zambada Ortiz compareció este lunes durante aproximadamente cinco minutos, en los que se le dio a conocer que por tratarse de un delito grave no alcanza libertad bajo fianza, informaron los abogados del joven de 23 años.

Él lo que quiere es que se limpie su nombre ante las autoridades y, como nosotros, confía en el sistema legal de este país, indicó Saji Vettiyil, defensor del joven sinaloense.

Zambada Ortiz fue detenido la tarde del pasado miércoles cuando junto con su esposa, Yameli Torres, intentaba ingresar a territorio estadunidense por la garita de Concini, en Nogales, Arizona.

La aprehensión de el hijo de El Mayo se debe a que enfrenta un proceso por tráfico de drogas en una corte federal del sur de California. Su esposa fue dejada en libertad, ya que no hay acusación formal en su contra.

Por motivos de seguridad, el gobierno de Estados Unidos no reveló el día ni la hora exactos en que Zambada Ortiz será trasladado a San Diego, muy cerca de la ciudad mexicana de Tijuana, Baja California, aunque se espera que ocurra en un lapso no mayor a 72 horas.

En San Diego, Zambada Ortiz será recluido en una prisión de mediana seguridad, en espera de ser puesto a disposición de un juez, ya que se le acusa de haber introducido hasta 500 gramos de metanfetaminas y al menos 5 kilos de cocaína, en violación de las secciones 952, 960 y 963 del código penal del vecino país.

Este es el segundo hijo de El Mayo detenido y en manos de las autoridades estadunidenses. Vicente Zambada fue aprehendido en la ciudad de México y extraditado al vecino país el 18 de febrero de 2010.

Una vez ante un juez de una corte federal del distrito de Illinois, El Vicentillo se declaró no culpable de los delitos de narcotráfico, y argumentó que había actuado con anuencia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), de lo cual, según él, había pruebas en poder del gobierno estadunidense y que su arresto era una traición por parte de agentes de esa corporación, con quienes se había visto antes de ser detenido.