Los países latinoamericanos son líderes en la producción pecuaria, con tasas anuales de crecimiento de 4 por ciento, frente a un índice mundial de 2 por ciento, y aportan 40 por ciento de la carne bovina que se comercializa en el mercado internacional; sin embargo, 47 millones de personas sufren hambre y 7 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica, dijo Urquía Fernández, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en México al inaugurar la reunión de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe (Codegalac).

Hemos sido exitosos en aumentar la producción pecuaria; ahora el desafío es derrotar el hambre, la malnutrición y la pobreza. El sector ganadero, que exporta 40 por ciento del total de la carne bovina que se comercializa en el mercado internacional, puede avanzar hacia ello con una producción social, económica y ambientalmente sostenible, destacó.

Convocó a los integrantes de la Codegalac –en la que participan representantes de los gobiernos y del sector ganadero- analizar políticas, incentivos y estrategias para apoyar la producción pecuaria familiar, ya que pequeños productores de carne y leche no se han beneficiado del boom exportador y varios de ellos han abandonado el negocio por su limitado acceso a servicios de crédito, asistencia técnica y capacitación.

El consumo de proteína en la región aún es bajo, pues está demostrado que en la medida en que aumentan los ingresos económicos la población consume más carne, leche y productos pecuarios procesados. La población de ingreso medio destina 20 por ciento de su gasto a la compra de éstos, pero hay sectores de la población, entre ellos la indígena, que no acceden a ese alimento. En el consumo de proteína sigue una cuenta pendiente, expuso en entrevista.

En México, comentó, hay voluntad política para abatir el hambre; la Cruzada Nacional contra ésta es un punto de partida; la FAO trabaja con el gobierno mexicano para atender a las personas más desfavorecidas y para lograr la gran reforma del campo.

Respecto a la situación de dicho sector en México, Francisco Gurría, coordinador general de Ganadería de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, expuso que en los pasados dos años el hato ganadero se redujo en 15 por ciento debido a que las exportaciones pasaron de un millón a millón y medio de cabezas, principalmente de las vaquillas o vientres, y la caída en la producción, ya que la sequía –que en algunos estados se prolongó tres años– afectó los agostaderos.

Se está alentando a los ganaderos con un fondo de 400 millones de pesos y con infraestructura para repoblar el hato; la meta es que al finalizar esta administración se tengan 2.5 millones de cabezas adicionales a los 29.5 millones existentes.

Puntualizó que este año será superavitario en 300 millones de dólares por la venta de 1.5 millones de ganado en pie y la exportación de 150 mil toneladas de carne; habrá suficiente oferta para el mercado interno por el sacrificio de 5.9 millones de cabezas, aunque se continuará importando un millón de toneladas.