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Se exhiben 30 obras de los grandes del impresionismo y el movimiento moderno francés

Largas filas para ver la muestra del Museo L‘Orangerie, en el Dolores Olmedo
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Entre ellas se encuentran pinturas de Gauguin, Cézanne, Picasso, Renoir, Matisse, Monet y RousseauFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de diciembre de 2013, p. 6

Conocer o redescubrir, pero ante todo maravillarse. A ello incita la exposición Obras maestras del Musée de L’Orangerie, que se mantendrá abierta al público hasta el próximo 19 de enero de 2014 en el Museo Dolores Olmedo.

Incluso desde antes de su llegada a territorio nacional, ésta era ya considerada una de las muestras plásticas más importantes de los años recientes en México, todo un acontecimiento, al estar conformada por una selección de 30 grandes obras de 11 de los más renombrados exponentes del impresionismo y el movimiento moderno en Francia.

Dichas piezas forman parte de la colección integrada por el famoso galerista Paul Guillaume (1891-1934); entre ellas se encuentran pinturas de Paul Gauguin, Paul Cézanne, Pablo Picasso, Amadeo Modigliani, Pierre-Auguste Renoir, André Derain, Henri Matisse, Claude Monet, Henri Rousseau, Chaïm Soutine y Maurice Utrillo.

Tal ha sido la expectación suscitada desde su apertura, el pasado 19 de octubre, que a diario, sobre todo los fines de semana, se han registrado largas filas para acceder al mencionado recinto, ubicado al sur de la ciudad, en avenida México 5843, La Noria, Xochimilco, Distrito Federal.

Hasta el pasado jueves 19 de diciembre, el número de visitas ascendía a 109 mil 705 personas; las proyecciones estiman que durante sus tres meses de exhibición será apreciada por poco más de 150 mil espectadores, según información del museo.

Esta temporada vacacional de fin de año resulta una excelente oportunidad para acercarse a este excepcional acervo, que por vez primera es facilitado en préstamo por el Musée de L’Orangerie a una instancia extranjera en una cantidad de estas dimensiones.

Ello responde a un interés de ambos espacios museísticos por estrechar lazos y fortalecer vínculos, pues de manera simultánea a la de México se presenta en aquel recinto francés la exposición Frida Kahlo-Diego Rivera: L’art en fusión, integrada por obra del acervo del Museo Dolores Olmedo.

La muestra Obras maestras del Musée de L’Orangerie ocupa seis de las salas del recinto mexicano, y a lo largo de ellas las pinturas europeas, más allá de sus características y valores intrínsecos, adquieren una dimensión y una lectura singulares.

Esto se debe a que tienen que compartir espacios con las piezas de la no menos atractiva colección de arte prehispánico formada por Diego Rivera que se exhibe de manera permanente en este lugar.

Es, por decirlo de alguna manera, un encuentro y contraste de culturas, épocas, estilos, objetivos y estéticas, a lo que se suma la sobria arquitectura del edificio, en algunas de sus partes de origen colonial, de suyo para admirarse y disfrutarse per se.

Propiamente ya en lo que concierne a la selección de la colección de Paul Guillaume exhibida, ésta comienza con los impresionistas y esa mirada difuminada y altamente colorida de la realidad que suscita el azoro y al mismo tiempo conmueve. En este apartado pueden encontrarse diversas obras de Monet y Renoir.

El recorrido continúa con un sentido cronológico, y sin casi percibirlo el espectador se encuentra ya con los posimpresionistas, como Cézzane y la tersura de su pintura, André Derain y sus matices y trazos febriles, Henri Rosseau y su arte naïf y Paul Gauguin y ejemplos de sus desnudos y paisajes.

El tránsito hacia otra sala confronta con los angulados trazos y lánguidos personajes de Amadeo Modigliani, entre ellos un impactante retrato del ya mencionado coleccionista Paul Guillaume.

Y de pronto, un par de cuadros de gran formato dan muestra de dos de las caras de Pablo Picasso: la del cubismo, con su cuadro Mujer con pandero, de 1925, y otra más acorde a los patrones clásicos, representada por su Gran desnudo con drapeado, de 1921-1925.

La exposición incluye a muchos de los artistas plásticos que hoy son representativos de las vanguardias surgidas en Europa, desde el impresionismo hasta el cubismo, el fauvismo, el puntillismo y el surrealismo.

Para concluir el recorrido, en la última sala se recrea el interior de un café parisino de los años 20 o 30 del siglo pasado, en el que tanto niños como adultos pueden profundizar de manera lúdica, a través de diferentes actividades y juegos, en su acercamiento y conocimiento de los diferentes artistas y cuadros representados en la muestra.

Por el momento no se encuentra en exhibición en el recinto la colección de obras de Diego Rivera y Frida Kahlo. El museo permanecerá cerrado los días 25 de diciembre y primero de enero de 2014. Los días 24 y 31 de diciembre cerrará a las 14 horas.