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El paleontólogo Luis Arsuaga ha participado en descubrimientos revolucionarios en ese sitio

Hallazgos en Atapuerca han cambiado la historia humana

En el lugar recién se detectó el ADN del hombre más antiguo del mundo, anunció Nature

El director científico del museo de la evolución, en Burgos, planea llevar ahí piezas del INAH

 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de diciembre de 2013, p. 2

La revista científica Nature reveló que el ADN humano más antiguo del mundo se encuentra en un fémur de 400 mil años de antigüedad, descubierto en los años 70 en la Sima de los Huesos de Atapuerca (provincia de Burgos, España).

Una colaboración entre el equipo de investigación de ese sitio, que codirige el paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, permitió secuenciar con nuevas técnicas el genoma mitocondrial casi completo del hueso hallado en 1976 en ese sitio y que data del Pleistoceno Medio.

Antes, sólo del permafrost (suelo permanente congelado de las regiones polares) se había recuperado ADN de esta antigüedad, pero no humano, informó la afamada publicación.

El hallazgo paleontológico sorprendió a los investigadores, porque se comprobó que los individuos de la Sima de los Huesos no están emparentados con los neandertales, sino con los denisovanos, una población del sureste asiático.

En Atapuerca se han hecho hallazgos que han cambiado la historia de la humanidad, asegura en entrevista con La Jornada Juan Luis Arsuaga (Madrid, 1954), quien en los 20 años recientes ha participado en descubrimientos que han revolucionado el pensamiento científico sobre la evolución humana.

En los yacimientos de Burgos se han encontrado evidencias prehistóricas que datan de un millón 200 mil años, como el hallazgo en 2007 de una mandíbula humana que pertenece al europeo más antiguo de la historia encontrado hasta el momento, explica el también director científico del Museo de la Evolución Humana, quien visitó hace unos meses la ciudad de México con motivo del Simposio Román Piña Chan, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En las excavaciones –añade el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica– “también se localizaron en 1994 11 individuos que tienen 800 mil años antigüedad, de la especie Homo antecesor. Lo sorprendente del hallazgo es que practicaban el canibalismo de forma habitual. No se sabía que este tipo de comportamiento se había desarrollado en la especie humana. Fue una gran noticia”.

El descubrimiento ocurrió en el área conocida como la Gran Dolina. Los restos fósiles de los 11 individuos, jóvenes de entre ocho y 18 años de edad, presentaban marcas de cortes, fueron desmembrados, decapitados y consumidos, lo que confirmó que el homo antecesor practicó un canibalismo gastronómico o alimenticio, como estrategia de supervivencia.

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Luis Arsuaga visitó hace unos meses la ciudad de México con motivo del Simposio Román Piña Chan, organizado por el INAHFoto Universidad Complutense de Madrid

De acuerdo con las investigaciones realizadas por los arqueólogos, geólogos y paleontólogos, este descubrimiento es insólito porque los animales del grupo al que pertenecemos (primates mayores), no practican el canibalismo; curiosamente, la antropofagia es un comportamiento específicamente humano.

El también catedrático de Paleontología Humana en la Universidad Complutense de Madrid, relata que en los yacimientos de Atapuerca, que se distribuyen en la Sima de los Huesos, la Gran Dolina y la Sima del Elefante, se han encontrado la mayor colección de fósiles humanos de la historia (más de dos mil 500).

El trabajo en las cuevas de la sierra no ha sido fácil, porque se trata de espacios reducidos y de gran humedad. Sin embargo, el equipo de especialistas ha realizado las excavaciones en todos los yacimientos, indica Arsuaga.

Esa zona fue declarada por el gobierno español Espacio de Interés Natural, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad, como consecuencia de los excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos, en el que hay testimonios fósiles de distintas de homínidos: homo antecessor, homo heidelbergensis y homo sapiens.

Hemos excavado una pequeña parte de la sierra de Atapuerca y hay expectativas de que aumente el número de hallazgos y la cantidad de información. No solamente interesan los yacimientos con fósiles humanos, también hay registros de ocupaciones y actividades humanas aunque no hay fósiles humanos, detalla Arsuaga, quien ha dedicado toda su vida profesional a ese proyecto y al Museo de la Evolución Humana.

Asegura que existen otros yacimientos en la zona que en total abarcan un millón 300 mil años de historia. Asimismo, comenta que está interesado en exhibir en el Museo de la Evolución Humana en España, las exposiciones que el INAH ha presentado en México sobre los primeros pobladores de América, las prácticas funerarias durante la época prehispánica y las enfermedades en la antigua población.

Estamos planeando exhibir algunas exposiciones para mostrar las piezas óseas humanas como vértebras, cráneos, costillas y mandíbulas que formaron parte del esqueleto de los primero pobladores de América de hace 14 mil años.

Otra exposición que le interesa llevar a Burgos es Enfermedades que dejaron huella en la población pretérita de México, que se exhibió en 2005 y que hace referencia a patologías como traumatismos, procesos inflamatorios, tumores óseos, osteoporosis, así como patología dental.