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La polémica top model británica cumplirá mañana 40 y sigue fascinando

Importa más ser persona que cuántos años tienes: Kate Moss

La revista Playboy le preguntó con quién se casaría, con quién se acostaría y a quién mataría; le propuso Marc Jacobs, Naomi Campbell y Piers Morgan

La heroína chic, a quien se le han atribuido excesos con las drogas, dijo: Es muy fácil: mataría a Piers; me casaría con Marc, y me cogería a Naomi

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Kate Moss en una de las fotografías de Mert Alas y Margus Piggot que aparecieron en PlayboyFoto cortesía de la revista
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de enero de 2014, p. 8

Londres, 14 de enero.

Nunca fue una supermodelo al uso. Con fama de rebelde, a Kate Moss se le atribuyen excesos con las drogas y el alcohol, aunque quizá sea gracias a ese historial poco común en el mundo de la moda que a pesar del paso del tiempo siga siendo ícono del estilo. El jueves la top model británica cumplirá 40 años, prueba de una longevidad profesional tan insolente como su estilo de vida.

El sector celebra el cumpleaños de una de sus figuras más queridas y polémicas con exposiciones, mientras Moss sigue fiel a su reputación de enfant terrible. El pasado diciembre fue la protagonista de Playboy, posando desnuda con una máscara de conejita. Según la prensa británica, su fiesta de cumpleaños se inspira en el mismo animal.

En una entrevista, que aparece en esa revista, la inglesa aseguró: Creo que importa más que seas una persona, no cuántos años tengas.

Se le preguntó con quién se casaría, con quién se acostaría y a quién mataría. Se le propusieron Marc Jacobs, Naomi Campbell y Piers Morgan. Respondió: “Es muy fácil. Mataría a Piers; me casaría con Marc, y me cogería a Naomi.

Sobre quién invitaría a una cena superespecial, dijo: Bueno, me gustaría cenar con gente mal portada que tenga una historia que contar, ¡cómo yo!, Jack Nicholson, David Bailey, Stevie Nicks, Catherine Deneuve, Joan Collins. Y le diría a mi esposo, porque sería feo si no lo invitara. Y a Hugh Hefner, obvio.

La privacidad le gusta sólo por salud

Afirmó que le gusta la vida privada, “es sólo por salud. No quiero ventilar mi vida privada en ¡Hola! ni que la gente conozca todas las subidas y bajadas en mi vida... Fui a Portofino con mi esposo para celebrar nuestro aniversario. Tomamos un avión privado desde Glastonbury y yo creía que nadie sabía adónde íbamos. Llegamos allí, y ¿qué encontramos? ¡Unos malditos paparazzi!”

Sobre qué hubiera hecho si no se dedicara al modelaje, aseguró: “Era una niña cuando empecé. Si esto no hubiera sucedido, no sé qué hubiera sido de mí. Estaría en Croydon (el vecindario al sur de Londres donde creció), trabajaría en un bar, supongo. Quería estar en el centro de las cosas. Amo trabajar con gente creativa y no había gente así de donde yo vengo. En cuanto vi la oportunidad... La tomé. Sólo quiero seguir sintiéndome inspirada, trabajar y encontrar siempre nuevas cosas. Creo que de eso se trata, ¿no? Eso es todo lo que quiero... no sentirme aburrida. No soporto el aburrimiento.

Moss pertenece a la generación de supermodelos de los años 90. Para hacerse un hueco en las pasarelas y portadas de las principales revistas tuvo que pelearse con top models como Cindy Crawford, Claudia Schiffer o Eva Herzigova. La británica no era una belleza mansa que se plegara al sector. Así, junto a la casa Calvin Klein creó el concepto de heroína chic: aspecto andrógino, extrema delgadez, rostro pálido y ojeras.

En 2008, Marc Quinn la inmortalizó en una escultura de 50 kilos de oro. Moss encarna el ideal de belleza del instante, dijo el artista.

La agenda de la top model, que ha diversificado sus actividades, viene cargada: debutará de periodista de moda para la edición de primavera de Vogue, lo que coincidirá con el lanzamiento de su nueva colección como diseñadora para la marca británica Topshop, siete años después de la primera.

En tanto, se prodigan los rumores sobre los detalles de la fiesta de cumpleaños de esta juerguista legendaria: varios diarios creen saber que tendrá lugar en la isla privada del magnate británico Richard Branson, Necker Island, en el Caribe. La lista de invitados es objeto de las mismas conjeturas.

En Londres, una exposición celebra el aniversario con pinturas hechas a partir de fotografías de su carrera de modelo. Y la televisión francesa Paris Première estrenó el documental Looking for Kate.

La británica logró el éxito sobre las pasarelas convertida en una especie de antimodelo. Con sus 1.70 metros de altura era un tanto bajita y no tan perfecta como sus rivales. Pero con tan sólo 14 años –uno después de la separación de sus padres–, su rostro llamó la atención de una agente en el aeropuerto JFK de Nueva York.

La joven comenzó de inmediato a trabajar de modelo. A comienzos de los años 90 se desnudó para la campaña de ropa interior de Calvin Klein. A los 20 años tenía ya 2.2 millones de dólares en su cuenta, y en 2007, según la lista de superricos del Sunday Times, su patrimonio asciende a unos 54 millones de euros.

Su rápido éxito también le pasó factura en lo personal. En 1998, su relación de cuatro años con el actor Johnny Depp fracasó. Aún en 2012, cuando ya llevaba tiempo casada con Jamie Hince, reconoció en una entrevista con Vanity Fair que lloró durante años.

Presente en las portadas de revistas más que en la pasarela

Veintiséis años después de su debut, la modelo sigue fascinando. Está más presente en las portadas de revistas que en la pasarela y sigue prestando su rostro para muchas campañas publicitarias.

Tiene contratos con Versace y Rimmel, entre otras empresas, y es la cuarta modelo mejor pagada del mundo. Según la revista estadunidese Forbes, ganó 5.7 millones de dólares entre junio de 2012 y junio de 2013.

También rostro de Dolce & Gabbana, Chanel y Gucci, Moss huyó de la imagen de alcohol y drogas que le achacaban los medios, que nunca reconoció oficialmente. Su relación con el cantante Pete Doherty fue también una cuestión de imagen. En 2005 salió a la luz una fotografía en la que aparecía tomando cocaína. La firma sueca H&M rescindió su contrato, y otras marcas, como Burberry, no prolongaron los suyos.

Su boda campestre con Jamie Hince, en 2011, trajo más estabilidad a la vida de esta mujer, que tiene una hija de 12 años. Ese año volvió a causar sensación cuando se fumó un cigarrillo sobre la pasarela de París y dejó ver las primeras huellas de celulitis.

Además, con una sesión fotográfica conjunta para Vogue ayudó a su viejo amigo John Galliano a regresar a primera línea tras el escándalo de sus insultos nazis en París.

Actitud rocanrolera

Kate encarnó siempre una actitud rocanrolera. Desde los novios estrellas del cine hasta su armario lleno de cosas retro; tiene estilo, así de simple, comentó Katherine Ormerod, redactora de moda de la revista Grazia, que ha dedicado 17 páginas al cumpleaños de Moss.

Nuestras lectoras se identifican con su lado divertido. Sus fiestas legendarias y su indumentaria glamorosa hacen que no sea una modelo como las otras. Y además tiene un estilo inimitable, que ha mantenido constante sin seguir las tendencias, agregó en una entrevista con Afp.

Moss fascina también a los artistas: inspiró al pintor Lucian Freud y al escultor Marc Quinn.

A Cara Delevingne, de la nueva generación de modelos británicas, se la compara a menudo con Moss.

Sin embargo, no habrá nunca una nueva Kate, del mismo modo en que no habrá nunca otra Coco Chanel o Marilyn Monroe, es única, sostiene Ormerod.

A menos que su sucesora se encuentre en su propia familia: su hermanastra Lottie, de 16 años, acaba de firmar un contrato con la misma agencia que ella, Storm Models.

Esta omnipresencia va acompañada de una gran discreción en los medios. Apenas da entrevistas y sigue el consejo de Depp: Nunca te quejes, nunca te expliques, reveló en el libro Kate: The Kate Moss book, en 2012.

Por eso no uso Twitter ni todas esas cosas. No quiero que la gente conozca siempre la verdad siempre; eso mantiene el misterio, explicó.