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Inauguran la exposición Que me sirvan al atardecer, en la Casa Galería

Los gemelos Roscubas están atentos a la cotidianidad para incorporarla al arte”

Vicente y Fernando son un referente para las nuevas generaciones de creadores vascos

A cuatro manos utilizan novedosos materiales de origen industrial, dicen a La Jornada

Foto
Vicente y Fernando Roscubas con dos de sus Tótems, incluidos en la exposición montada en el espacio cultural ubicado en Santa Úrsula Coapa, dirigido por Gorka LarrañagaFoto cortesía de Casa Galería
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de febrero de 2014, p. 5

Los gemelos Vicente y Fernando Roscubas (Palma de Mallorca, 1953, residentes en Bilbao desde 1958), presentarán en México una selección de sus trabajos más recientes en la exposición titulada Que me sirvan al atardecer, la cual se inaugura hoy en la Casa Galería.

Defensores de la idea de colaboración y del trabajo en común, los Roscubas (como se les conoce en el País Vasco) son un referente para las nuevas generaciones de artistas, al utilizar novedosos materiales de origen industrial en el proceso creativo.

Tienen la intención de vivir la vida desde el arte y les preocupa lo que los rodea y acontece en su entorno social. Estamos atentos a la vida cotidiana, nos interesa involucrar el arte y la vida en las obras, comenta a La Jornada, Fernando Roscubas.

Desde que mostraron por primera vez su trabajo en 1975, los dos artistas exploran diversos temas de la realidad mediante un proceso que compagina una gran parte de actividad manual con la reflexión intelectual.

Trabajo artesanal y digital

En la charla, Fernando aclara que sus piezas no son pintura, sino construcciones porque son realizadas a cuatro manos, pues mientras uno de ellos se encarga de pintar un lado, el otro aporta algo diferente para complementar la idea del primero. Ser gemelos les permitió encontrar un método de trabajo diferente a pesar de que en los años 80 se separaron un tiempo.

Sus continuos juegos de lenguaje, alusiones críticas y reflexiones irónicas confluyen en un comportamiento que incide directamente en el entorno real, y de este modo su obra trata de expresar, de transmitir ideas y pensamientos y en definitiva, de comunicar los cambios, contrastes y tensiones existentes en la sociedad actual.

En la Casa Galería, que dirige Gorka Larrañaga, los artistas exhibirán cinco esculturas en madera, sus Tótems de uno y dos metros de altura. También se presentan alrededor de 18 piezas de acrílico e impresiones digitales sobre papel, que llaman plegables y tienen forma de acordeón.

El título de la muestra, explicó Fernando, surgió de las horas de trabajo en el montaje porque decían: Ya que me sirvan al atardecer. Generalmente los nombres que usan los Roscubas para sus exposiciones surgen de sus vivencias.

El quehacer artesanal de los dos hermanos refleja su interés por investigar los materiales, lograr nuevos retos y alcanzar fórmulas innovadoras. El trabajo que realizan con los medios digitales adquieren otro valor, pues lo que tiene una esencia virtual se convierte en un objeto artesanal.

De acuerdo con Xabier Sáenz de Gorbea, unos de los más importantes críticos de arte del País Vasco, los Roscubas desempeñaron un importante papel de formación, al convertirse en uno de los escasos referentes para las nuevas generaciones de la cercana facultad de Bellas Artes de Bilbao, ya que mediante prácticas muy diversas aunaron sucesivamente la distorsión expresionista, el rigor constructivo, la militancia conceptual y una actuación abierta a la nueva iconografía de masas en el País Vasco.

Los Roscubas defienden la expresión artística como un espacio de libertad donde se puede vivir de otra manera. Sus obras tratan cuestiones fundamentales del arte, de la vida y de la realidad social, siempre cargadas de ironía y humor crítico.

La muestra Que me sirvan al atardecer, que se inaugura este sábado a las 19:30 horas en Casa Galería (calle Abasolo 37, Colonia Santa Úrsula Coapa, delegación Coyoacán), permanecerá abierta al público hasta el 8 de marzo.