Economía
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77 Convención Bancaria/ Jaime González Aguadé, presidente de la CNBV
Preocupa el aumento de deudas personales vencidas

Se revisan los mecanismos de otorgamiento de créditos

A pesar de que el país dispone de un sistema bancario sólido, existe baja penetración del crédito. Ahí es donde apunta la reforma financiera, dice el banquero, la cual busca una mayor expansión de estos servicios para la población

 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de abril de 2014, p. 31

El incremento en las deudas bancarias vencidas de personas y familias constituye un factor de preocupación, asegura Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), organismo regulador del sistema financiero. Estamos revisando con los bancos sus procesos de otorgamiento de ese tipo de préstamos, dice en entrevista con La Jornada.

También, abundó, está en curso una revisión de los mecanismos de control que siguen los bancos en el otorgamiento de créditos a grandes empresas. Hemos pedido que incrementen sus controles para evitar que se sigan dando casos como los de Mexicana de Aviación, empresas desarrolladoras de vivienda o el de Oceanografía, que recibieron créditos y, por diferentes razones, no los devolverán en su totalidad.

Oceanografía, que defraudó a Banamex con 400 millones de dólares es un caso que puede derivar en sanciones para la institución financiera que otorgó el préstamo, si la investigación encuentra que incumplió con los procedimientos regulatorios y ello derivó en un quebranto, comentó.

–Está en marcha el proceso de instrumentación de la reforma financiera. ¿Qué se ha hecho hasta ahora, especialmente en lo que respecta a buscar mayor competencia en el sector bancario?

–Nos centramos en estos días en las redes de dispersión o medios de disposición (toda la infraestructura para el uso de tarjetas de crédito y débito), que era el más cerrado del sector. Solamente había participantes bancarios que controlaban las cámaras de compensación. Las circulares publicadas hasta ahora, como parte de la reforma, por la CNBV y el Banco de México, van a romper esta concentración.

–¿De qué manera se busca generar mayor competencia en este caso?

–Hay 120 millones de tarjetas en circulación, entre crédito y débito. Pero solamente existen 120 mil terminales punto de venta. Toda la gente que tiene una tarjeta en la mano no puede capturar los beneficios porque no hay donde usarla. Por eso los días de quincena hay enormes filas en los cajeros. Eso pasa porque es un sistema bastante cerrado que inhibe la innovación. Estamos abriéndolo.

–El mayor uso de medios de pago electrónicos puede reducir la informalidad o mejorar la fiscalización. ¿Es así?

–Ha servido en muchos países para eso. No necesariamente es el objeto de la circular. La ley aprobada en la reforma financiera es muy clara en el objetivo, que está relacionado con competencia, eficiencia y transparencia. Pero sí podría ayudar (a reducir la informalidad), pues es más fácil darle seguimiento a las transacciones electrónicas que a las de efectivo.

–¿Está de acuerdo en que la regulación que resultó de la reforma financiera otorga mayores facultades al Estado, en sentido contrario a la idea que prevalecía en el mundo antes de 2008, que era promover la autorregulación de los mercados financieros?

–A partir de 1994 nos dimos a la tarea de constituir en México instituciones fuertes, una buena regulación y supervisión. Fuimos el primer país en adoptar las reglas de capital de Basilea III. La paradoja es que aun cuando tenemos un sistema bancario sólido, hay una baja penetración del crédito. Eso es lo que trata de hacer la reforma financiera: ya nos dimos a la tarea de reconstruir el sistema financiero, tenemos que hacer que tenga mayor penetración. Para contestar la pregunta del cambio hacia una supervisión más estricta, en el resto del mundo fue al revés, sobre todo en Estados Unidos, basado en la autorregulación y eso llevó a la crisis de 2008. Los organismos internacionales y los países han estado de acuerdo en una regulación más estricta.

–El número de bancos sigue en aumento. Pero tres o cuatro instituciones concentran el mercado. ¿Un mayor número de participantes se ha traducido en mejores servicios para los usuarios?

–Creo que sí. La reforma financiera va a hacer que haya más competencia en muchos otros terrenos, no sólo más competidores. Lo que se busca es que no haya barreras de entrada, que todos tengan el suelo parejo y puedan competir en las mismas condiciones.

–En casos como el de Mexicana, algunas desarrolladoras de vivienda y Oceanografía, sólo como ejemplos, algunos bancos tienen problemas para recuperar los créditos. ¿Los controles de riesgo son apropiados en el sistema bancario?

–La ley de instituciones de crédito pone ciertos requisitos, las circulares de la CNBV añaden otros y los bancos tienen que cumplir con el establecimiento de esos requisitos y procesos. Es lo que revisamos. Obviamente hacemos bien la supervisión y los bancos en lo general cumplen. Pero pasan cosas como un fraude. Es muy difícil detectar un fraude porque entonces hay dolo, podría haber colusión, podría haber muchas cosas. No es un tema de cómo está la regulación, sino que hay gente que se dedica a eso, que ve ventanas de oportunidad. Nuestra obligación es cerrar esas ventanas, si existen. Estamos revisando los procesos de los casos que señala para, donde sea necesario, adecuar la regulación y pedir a los bancos que incrementen sus controles para evitar que se sigan dando estos casos.

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El presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González, entrevistado por La JornadaFoto Roberto García Ortiz

–¿Es sostenible la dinámica de crecimiento del crédito? ¿Considera que en algunos puntos debe ponerse especial atención?

–Sí. Creo que ese punto da en el clavo. Ese es el balance que debemos tener como reguladores. La cartera en general es muy sana. Alrededor de tres de cada 100 pesos de la cartera total están vencidos. Sí hay sectores que nos preocupan más, que los platicamos con los bancos y revisamos, pero tienen también que ver con el comportamiento de la economía en general. Los bancos no pueden prestar, ni lo van a hacer, por decreto. Pero una vez que colocan tienen que ver cómo se va comportando la economía. Revisamos que los créditos estén bien originados y no se salgan de ciertos parámetros. Y en ese sentido, vamos bien. Sí nos preocupan algunos sectores y estamos revisando con los bancos sus procesos.

–¿Cuáles sectores?

–Los créditos personales y al consumo, que tienen una cartera vencida más alta que el promedio y de lo que nos gustaría.

(La cartera vencida en préstamos al consumo llegó en diciembre a 33 mil 381 millones de pesos, 18 por ciento más que un año antes, según cifras oficiales).

–La banca tuvo en 2013 ganancias históricas por 107 mil millones de pesos. ¿Corresponde este nivel de utilidad al servicio que prestan a los usuarios?

–Ya viene el sesgo de La Jornada.

–Un poco, sí.

–Primero explico una cosa del año pasado. El crédito venía creciendo tres veces el crecimiento del PIB. El año pasado el PIB creció uno por ciento y, en esa tendencia, debió crecer el crédito 3 por ciento. Pero aumentó 10 por ciento. Eso son buenas noticias para la economía porque significa que hay proyectos con buena expectativa. Evidentemente eso se ha reflejado en que han devengado algunas de esas utilidades, pues tuvieron un crecimiento mayor que otros sectores. Eso explica esa parte. No nada más tuvieron ganancias mayores, sino también mayor actividad que la economía en conjunto. Nosotros revisamos los gastos, las tasas y la colocación y van en línea con lo que venía ocurriendo otros años.

–¿Se ha reflejado en menores costos al usuario?

–En algunos sectores sí, pero no en otros.

–El caso de Oceanografía y el fraude que cometió contra Banamex, ¿cómo fue que la empresa obtuvo esos préstamos con documentación falsa, según ha dicho el director de Pemex? ¿Qué ha logrado saber la autoridad de las fallas en Banamex?

–Oceanografía era una empresa muy importante para Banamex y para Pemex. Las operaciones que tenía son cesiones de derecho, esto es, la posibilidad de cobrar por anticipado una factura. Eso funciona mucho en México. No hemos cerrado la investigación, pero lo que estamos revisando es precisamente cómo se otorgó esa línea para esos descuentos. Hay disposiciones en la ley de instituciones de crédito, en la de títulos y operaciones de crédito, en circulares y en los procesos del banco, en su manual de crédito y en el sistema de control de riesgos. Estamos revisando si en estos casos se incumplieron o no algunas de esas disposiciones.

La CNBV todavía no tiene evidencia de si los documentos que entregó Oceanografía a Banamex, que amparaban supuestas facturas por cobrar a Pemex, eran falsos, apuntó. Para que podamos concluir que eran falsos necesitamos un peritaje y es lo que estamos esperando.

–Si hubo falla en los controles o en la disposiciones legales de Banamex, ¿el banco se hace acreedor a alguna sanción?

–Claro. Se harán observaciones que se tienen que corregir y que se establezca un programa de mejora a satisfacción nuestra. Habrá sanciones en caso de que ese incumplimiento haya generado un quebranto a la institución; otra es que haya cometido algún delito. Son tres distintos niveles.