Los hábitos alimenticios poco saludables de muchos mexicanos podrían derivar en la predisposición a la obesidad y el sobrepeso en generaciones futuras, según investigadores del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana (UIA).

Como parte del estudio Factores determinantes de la obesidad, contenido en el libro Pobreza y desigualdad: un enfoque multidisciplinario, publicado por la Ibero, académicos de esta casa de estudios dedicaron un apartado a explicar los aspectos moleculares y nutrigenéticos de la obesidad.

Según Pedro Arroyo Acevedo, Ericka I. Escalante Izeta, César Hernández Guerrero, Teresa Ochoa Rivera y Alicia Parra Carriedo, la dinámica de la alimentación de los mexicanos parece influir en el incremento de sobrepeso y obesidad en relación con procesos nutrigenéticos y epigenéticos, ya que las pautas de alimentación se han modificado hacia mayor consumo de comida rápida, rica en grasa y azúcares simples, en lugar de alimentos menos o poco procesados.

Cifras de la Encuesta Nacional de Salud

La prevalencia de sobrepeso más obesidad en México ha aumentado de 62.1 por ciento en los adultos de 20 años o más en 2000, a 71.2 en 2012, según cifras de la Encuesta Nacional de Salud.

En el estudio del Laboratorio de Investigación del Departamento de Salud de la Ibero se detectó una alta prevalencia (75 por ciento) de una mutación en un gen entre los participantes mexicanos mestizos con obesidad.

Esa mutación puede desencadenar una respuesta diferente a nivel enzimático entre los obesos, en comparación con las personas de peso normal. Los investigadores sugieren la posibilidad de que los que han cambiado sus hábitos podrían generar una impronta genética en su descendencia, que la predispone al sobrepeso, obesidad y comorbilidades en la etapa adulta, ya que se presentan posibles modificaciones epigenéticas en el desarrollo embrionario.