Economía
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Es de 27 a uno la diferencia entre quienes más ganan y el grupo de menores ingresos

México, país de la OCDE con más desigualdad
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Zona de contrastes en Santa Fe, en la ciudad de MéxicoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de febrero de 2015, p. 18

Mientras en el promedio de los países de la OCDE la diferencia entre el ingreso promedio del decil más alto (el 10 por ciento del total de la población que gana más) y el del más bajo es de 10 a uno, en México la diferencia es de casi 27 veces, sostiene un análisis sobre la desigualdad en el país elaborado por Juan Carlos Moreno Brid, director adjunto de la oficina de Cepal en México y Alice Krozer, estudiante de doctorado de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

En el estudio, publicado en la edición de enero del Observatorio macroeconómico de México de la Universidad Autónoma Metropolitana, los autores plantean que la principal razón por la que prevalece esta fuerte desigualdad es la falta de compromiso político de los actores relevantes para cambiar la situación.

“Los que están en la cúspide –digamos el uno o 0.1 por ciento o menos– no ven razón alguna en aplicar una política redistributiva que atente contra sus privilegios económicos y sociales. Por lo tanto, este sector bloquea cualquier medida relevante, incluidas reformas fiscales a fondo, orientadas a una mejora significativa hacia una más progresiva distribución del ingreso”, señala el análisis.

En su estudio, los autores señalan que por décadas la desigualdad fue de poco o nulo interés para la mayoría de los economistas y era reconocida como un desafío más bien para los sociólogos y demás especialistas en el ámbito de las políticas sociales.

Agregan que dada la debilidad fiscal tradicional de México –con una carga tributaria inferior a 12 por ciento del PIB, entre las más bajas en América Latina y sin orientación de los impuestos a reducir la concentración del ingreso–, la pobreza y la desigualdad han sido combatidas desde los años 80 mediante transferencias corrientes focalizadas y aumentando el gasto público en salud, seguridad y educación.

Este enfoque sobre la pobreza y la desigualdad caracterizó a las reformas neoliberales puestas en marcha en el país para reducir la intervención del Estado en la economía y abrir los mercados internos a la competencia extranjera.

Destaca que el fenómeno no es nuevo en México, país que fue desigual desde la época prehispánica y aún más durante los 300 años del periodo colonial español como muestran las palabras de Alexander Von Humboldt, escritas hace más de 200 años: México es el país de la desigualdad. Acaso en ninguna parte la hay más espantosa en la distribución de fortunas, civilización, cultivo de la tierra y población.

El análisis de Moreno Brid y de Krozer agrega que la transición política del partido único de régimen autoritario hacia una democracia electoral consolidada tampoco cambió mucho esta situación y aunque se crearon varios programas sociales dirigidos a la población más pobre (la estrella de estos programa ha sido Oportunidades) éstos han tenido una influencia progresiva, aunque pequeña, en la distribución del ingreso.