Economía
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78 Convención Bancaria/ Tomás Ehrenberg, Director de Ve por Más
Secuela de las crisis, rezago del crédito a empresas y familias

El sector es sólido y su capital rebasa el mínimo requerido

El ejecutivo advierte de una explosión en el sistema bancario por la incorporación de 15 millones de jóvenes al mercado laboral en los próximos 20 años

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Tomás Ehrenberg, director general del Grupo Financiero , en entrevista con La JornadaFoto Ve por Más
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de marzo de 2015, p. 25

El rezago que existe en México en la utilización de crédito bancario por empresas y familias es una secuela de las crisis que sufrió el país en las décadas pasadas, considera Tomás Ehrenberg, director general del Grupo Financiero Ve por Más, una de las instituciones de reciente creación en el país.

En este entorno, el financiamiento por mecanismos informales distintos a los del sistema establecido se ha vuelto un sustituto del crédito bancario, situación que tenderá a cambiar en los siguientes años, acota.

Advierte sobre una explosión que viene en el sistema bancario y en la conformación del mercado interno en México. En los próximos 20 años se integran 15 millones de jóvenes a la población económicamente activa y esa expansión va a generar una explosión en el consumo, dice en una entrevista con La Jornada, con motivo de la 78 Convención Bancaria, que se realizará esta semana en Acapulco, Guerrero.

Una de las fortalezas de México es precisamente tener un sector financiero sólido y lo digo con absoluta convicción, dice Ehrenberg, quien dirige Ve por Más –institución con 11 años de existencia– desde septiembre pasado. El conjunto de instituciones tiene un capital que, en promedio, rebasa los mínimos requeridos por la autoridad y por los estándares internacionales, añade.

Recientemente se ha dado la entrada al país de instituciones brasileñas y españolas (una de ellas, el Banco Popular Español, asociado a Ve por Más) queriendo hacer negocio aquí y eso hace pensar que deberíamos ver las fortalezas estructurales del país, considera.

La tendencia clara de recuperación de la economía estadunidense, con la que se realiza 85 por ciento del comercio exterior de México, beneficiará a corto plazo la actividad en el país, pero, apunta Ehrenberg, existe otro factor interno que será un detonante del consumo interno en los siguientes años.

En México tenemos la fortaleza de un bono demográfico que va a tener un impacto importantísimo en el mercado interno. En los próximos 20 años se integran 15 millones de personas a la población económicamente activa y esa expansión va a gener una explosión en el consumo, no tengo duda que eso va a pasar, prevé.

–Ha habido quejas, incluso de alguna parte del sector empresarial, respecto de las dificultades para acceder al crédito de la banca. ¿El crecimiento de crédito que se ha dado en los últimos años, que ha sido a tasas tres o cuatro veces mayores que las de la expansión de la economía, ya está permeando todos los sectores?

–Efectivamente, el crédito de la banca al sector privado en México es menor que en otros países de Latinoamérica, medido respecto del producto interno bruto. Anda por 30 por ciento. Y esto la verdad es consecuencia de una etapa de crisis recurrentes que vivimos durante varias décadas, desde 1982 hasta 1994. Han sido vairias crisis. En un periodo largo, cuando el otorgamiento de crédito más o menos ha crecido dos o tres veces el crecimiento de la economía se mantiene sano. Cuando hemos tenido problemas importantes en cartera vencida es cuando el crédito crece mucho más arriba que eso. En realidad yo creo que el crecimiento del crédito va siguiendo el de la economía y no al revés. Creo que la ortodoxia en el análisis de otorgamiento del crédito a la larga paga.

–Hay acciones, que se impulsan desde el gobierno, para reducir el tamaño de la economía informal, que representa alrededor de la mitad de la economía del país. ¿De qué manera incidirá esto en la actividad bancaria?

–La informalidad ha tendido a ser un sustituto de alguna manera del crédito. Cuando a alguien le preguntan al hacer una compra si lo quiere con factura o sin factura, pues al final de cuentas los bancos operamos con la información financiera formal, la que se reporta y, como parte de la ortodoxia, para otorgar un crédito revisamos estados financieros dictaminados y las declaraciones fiscales de las empresas a las que acreditamos. Correctamente, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (el organismo supervisor del sistema financiero) nos exige usar esa información en la toma de decisiones y reservar los créditos en función de esos balances que reflejan la formalidad. Entonces, en la medida en que la economía y las entidades tiendan a ser más formales, van a tener más acceso al crédito y yo creo que se vuelve un círculo virtuoso. Yo espero que en el tiempo la formalidad vaya sustituyendo a la informalidad y podamos evolucionar como lo han hecho muchos otros países, que han encontrado que, en el transcurso del tiempo, es mejor ser formal y con eso sí tener acceso al financiamiento y poder crecer más rápidamente.

–¿Cree que continuará en los siguientes meses la oferta abundante de crédito que fue la característica de los años recientes?

–Creo que sí. A medida que el crecimiento se da, las empresas van a reportar mejores números y van a tener apetito para invertir. Eso se vuelve un círculo virtuoso: si se recupera el consumo, con esto que menciono de la incorporación de 15 millones a la población económicamente activa, se va a recuperar. Es un tema de tiempos. Las empresas van a querer invertir para poder satisfacer esa demanda de productos y esperamos estar los bancos ahí para poder financiar ese apetito de inversión.

–¿Cuáles son los riesgos potenciales que puede enfrentar el sistema bancario?

–Los riesgos hay que medirlos en el tiempo. La volatilidad en los mercados puede generar ciertos riesgos, como lo estamos viendo con la caída del precio del petróleo, que quizá genere preocupación respecto de si los proveedores de Petróleos Mexicanos van a poder hacer frente a su deuda, sólo como un ejemplo. A mediano plazo, insisto, los fundamentales de México parecen súper sólidos. El país tiene un bono demográfico, se consolida como uno de los principales manufactureros, se beneficiará del crecimiento de Estados Unidos y se han hecho reformas.

–¿De qué forma incidirá en el acceso al crédito el esperado aumento en las tasas de interés?

–Las tasas eventualmente van a subir. Muchas proyecciones señalan que en el segundo semestre de este año y más bien hacia el último trimestre. El Banco de México ha dicho que estaría actuando más o menos en forma coordinada con la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que tiene sentido para evitar arbitrajes (que inversionistas se beneficien del diferencial de tasas llevando sus recursos de un país a otro). Eso creo que va a suceder. Lo importante es que las tasas van a empezar a subir porque la economía está mejorando. Las tasas (que fueron reducidas para hacer frente a la recesión de 2008-2009) suben como una reacción de las autoridades hacia un entorno económico más sano. Si la economía no se estuviera recuperando y estuviera empezando a crecer, es seguro que las tasas no subirían.

Ehrenberg recuerda que en septiembre pasado hizo una ampliación de capital de mil 800 millones de pesos, a partir de una aportación del grupo Banco Popular Español, de 24.9 por ciento del capital de la firma mexicana.

Pretendemos triplicar el tamaño del banco en los próximos cuatro años en forma orgánica, pero si en el camino se atraviesa una oportunidad de adquisición (de otra institución) que acelere esa meta de triplicar el tamaño del banco, la vamos a tomar, apunta.

Como parte de la expansión, anticipa que Ve por Más, ya acompañado por el Banco Popular Español, va a incursionar, este mismo año, en créditos de consumo, personales, tarjeta de crédito e hipotecas.