El retador panameño Luis Concepción será el rival más difícil que enfrentará el campeón mundial supermosca Carlos Cuadras. Después de algunos alardes y bravuconadas, Cuadras lo reconoció ayer con seriedad, consciente de que estará ante alguien que fue monarca del orbe y que viene a México convencido de que puede arrebatarle el título del Consejo Mundial de Boxeo el próximo sábado.

Cuadras lo amenaza. Le anticipa incluso el asalto en que pretende noquearlo; dice que si no lo aniquila pronto será para prolongar el espectáculo. Parece demasiado confiado.

Más que confiado, estoy seguro, indica. En su favor tiene la altitud de Metepec –donde será la contienda–, porque Nica Concepción viene del nivel del mar, y sobre todo tuve una gran preparación.

Después de ese episodio de mesura, Cuadras vuelve a la carga, como acostumbran los boxeadores para hacer más atractivas sus peleas.

Pero la desagradable sorpresa que sufrió Jhonny González el sábado en Las Vegas –donde fue destronado por un inesperado nocaut del estadunidense Gary Russell júnior–, aún flota en el aire como una advertencia para Cuadras.

No estoy confiado, insiste. Sólo que me preparé muy bien y la velocidad en este caso la tengo yo, así que la ventaja está de mi lado.

Enumera las cualidades de su retador, a quien describe como poseedor de un estilo complicado, con una pegada fuerte y advierte que deberá ser muy cauteloso. Concepción defendió con éxito en tres ocasiones el cinto mosca de la AMB. Pero hasta ahí, porque Cuadras quiere que su pelea no baje un grado de calor y también hace un recuento de los defectos de su rival.

Tiene muchas carencias, es un rival más lento que yo, abre mucho la guardia y expone mucho; voy a aprovechar esos errores y a conectar mis golpes cada que falle.

Como la batalla la considera ganada, Cuadras empieza a visualizar un futuro con mayores oportunidades después del próximo sábado, cuando sin asomo de duda se imagina levantando el puño ante un retador abatido.

Después vendrá tal vez una unificación, al menos eso es lo que desea, contra el monarca de la OMB, Naoya Inoue.