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El editor chileno Dauno Tótoro dictó una conferencia en la Feria del Libro Independiente

Una política pública del libro es inviable sin reformas educativas y tributarias de fondo

En mi país, como en México, existe el problema de la distribución; además, el IVA es de 19 por ciento y el Estado compra ejemplares a las trasnacionales para las escuelas, explicó

 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de mayo de 2015, p. 7

Sin reformas educativas y tributarias de fondo no se puede pensar en una política pública del libro, señaló el editor chileno Dauno Tótoro, durante la conferencia que ofreció el jueves en la Feria del Libro Independiente.

Desde el 7 de mayo, ese encuentro se desarrolla en la librería Rosario Castellanos, donde participan editoriales independientes mexicanas y como invitados los sellos que integran el colectivo La Furia, de Chile.

Tótoro, editor de El Ceibo, estuvo acompañado por su colega mexicana Déborah Holtz en la mesa Política del libro desde el Estado.

Ahí, el editor explicó lo que sucede en su país, donde al igual que en México existe el problema de la distribución, debido a que la mayoría de librerías están en Santiago, la capital, mientras existen localidades de más de 500 mil habitantes que no tienen una sola; el IVA de 19 por ciento al libro, las compras que realiza el Estado a las editoriales trasnacionales para llevarlos a las escuelas (Harry Potter y la autobiografía de una artista argentina de 14 años son dos casos); y está en proceso de discusión una ley del libro después de haberse efectuado una serie de mesas en las que participaron 700 integrantes de la cadena del libro.

Se dice que en Chile no hay lectores, pero el ejercicio que se realizó durante el gobierno de Salvador Allende demuestra lo contrario: se estableció la Editorial Nacional Quimantú, que imprimió millones de ejemplares y los puso a disposición de los chilenos con la premisa de que costarían lo de la cajetilla de cigarros más barata.

Once meses duró esta iniciativa que inundó de libros de altísima calidad en cuanto a su contenido y de pobrísima factura en cuanto a su materialidad, distribuidos a escala nacional y Chile se convirtió en un país lector.

Después vino un periodo que de una u otra manera ha durado hasta ahora en el que Chile se convirtió en un país donde las estadísticas indican que estamos en graves problemas respecto de la industria editorial.

Para crear una política pública del libro es necesario garantizar la participación y el acceso a la lectura con equidad e integración social, añadió Dauno Tótoro, y adoptar otras medidas como: que el Estado deje de patrocinar con recursos públicos la presencia en ferias internacionales de las sucursales de las grandes editoriales trasnacionales ubicadas en Chile.

Publicaciones de calidad

Las editoriales independientes chilenas se han abierto camino y, con trabajo y publicaciones de calidad, han logrado ser invitadas a las principales ferias del libro, como la de Guadalajara.

Cifras: en 2004 existían en Chile 30 editoriales trasnacionales, 33 independientes y 55 universitarias. En 2013 seguían existiendo las mismas 30 trasnacionales, 55 universitarias y 230 editoriales independientes.

Sin embargo, “mientras no tengamos capacidad de fundar millones de librerías, la única forma que tenemos las editoriales independientes para llegar al lector es ir a todas las ferias del libro: barriales, municipales –que hay muchas– y adonde no acude la cámara del libro, que sólo va a la de Santiago y Viña del Mar, donde sí hay personas que pueden comprar 50 sombras de Grey y Harry Potter.

“Otro problema que trabajamos como La Furia tiene que ver con la internacionalización del libro; hemos dado ejemplo de cómo actuar de forma frontal: vamos a todas la mesas de trabajo multigremiales con el Estado y logramos gran nivel de sincronía con funcionarios y la presencia de editoriales independientes en todas las ferias del libro.

Hemos buscado a nuestros pares, en México ha sido con la AEMI, y entender que si no poseemos capacidad empresarial de tener sedes con gerentes, contadores y publicistas en cada país, podemos tener otro tipo de sedes: las asociaciones de libro independientes. Cuando se juntan muchas hormigas algo pasa.