Cultura
Ver día anteriorMiércoles 9 de septiembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El libro Mexicanos en una nuez es una coedición del sello Posdata y el Conaculta

Antología de microrrelatos congrega a 10 autores y 30 historias en 67 gramos

Tres cuentos es el número perfecto, pues reafirman la voz de cualquier narrador, señala Paola Tinoco, quien realizó la selección

Los textos “no son tuits ni meras ocurrencias”, dice a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de septiembre de 2015, p. 6

En apenas 67 gramos figuran 30 historias. Eso pesa Mexicanos en una nuez: antología de microrrelato en el que se incluyen 10 autores, cada uno con tres microcuentos.

Tres es el número perfecto: un cuento no hubiera dicho bastante de la personalidad ni de la voz de cada uno de los escritores; dos habría estado bien, pero aún insuficiente, y tres creo que reafirma la voz de cualquiera, expresa la escritora Paola Tinoco, quien se encargó de seleccionar las historias que forman ese libro de muy pequeño formato.

La antología, publicada por Postdata Editores en coedición con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), reúne textos de Jorge F. Hernández, Ana Clavel, Alberto Chimal, José Luis Zárate, Erika Mergruen, Rogelio Guedea, Luisa Reyes Retana, Ashauri López, Élmer Mendoza y Bibiana Camacho.

“Es un grupo variopinto. Algunos empezaron en Internet, como Ashauri, aunque muchos no saben que tiene varios libros publicados, empezó y sigue narrando a través de los tuits y de las pequeñas historias que se publican en Tumblr.

“En el caso de los escritores más experimentados y que manejan las distancias largas, como Élmer Mendoza, Jorge F. Hernández, Viviana Camacho y Erika Mergruen, me interesaba ver qué podían hacer ellos en un espacio más pequeño. No estaba limitado a 140 caracteres, aunque algunos se apegaron a eso. Estos microrrelatos no son tuit, porque ahora a las personas ‘historia corta’ les suena a tuit, pero debemos recordar que el microrrelato tiene toda la vida al lado de la literatura: los conocíamos en forma de parábolas, adivinanzas; desde el medievo había formatos de microrrelatos, pero no se llamaban así”, añade Tinoco, quien también es escritora.

Foto
En los microrrelatos necesitas buscar las palabras exactas o el vocablo exacto, porque puede ser sólo una y en ella puede estar el fin del mundo, explica la escritora Paola TinocoFoto Roberto García Ortiz

Apuesta por el libro objeto

Mexicanos en una nuez… forma parte de la colección Hormiga Iracunda de Postdata Editores, “una de las editoriales que apuesta por el libro objeto en tiempos en que muchos se han convertido en lectores de e-books y de pantalla, o la computadora o en las tablets; entonces, aquí Postdata apuesta por la imagen, y aunque el libro es chiquitito tiene una portada muy bonita y puedes meterlo en la bolsa del pantalón, leer donde sea y tiene la recompensa pronta de haber leído varias historias en un lapso corto”.

El trabajo para seleccionar estas microhistorias fue de alrededor de un año, sobre todo al hacer la selección. Los escritores no me enviaron tres cuentos, sino unos 10 cada uno. Algunos ya eran expertos en el microrrelato, otros no y se trataba de condensar realmente una historia y que no fueran meras ocurrencias, porque hay quien confunde el microrrelato con una ocurrencia.

Sin ser ocurrencias, también son una pequeña muestra de lo que se puede hacer en el aspecto de experimentación, con apenas unas cuantas palabras, a veces una.

Dentro de este género se puede hacer mucho. El reto es mucho más grande que, por ejemplo, escribir una novela, que es como meterte a una casa con muchas habitaciones y decorarlas; tienes todo el espacio, puedes crear un montón de ambientes y tienes la libertad de crearlos con palabras de forma extensa. En los microrrelatos necesitas buscar las palabras exactas o el vocablo exacto, porque puede ser sólo una y en ella puede estar el fin del mundo.

Mexicanos en una nuez será presentado hoy las 19:30 horas en el cine Tonalá (Tonalá 261, colonia Roma Norte).