Hermosillo, Son.

Ayer se elevó a 10 el número de niños sonorenses vendidos por una red criminal a familias que buscaban adoptar.

El procurador estatal, Carlos Navarro Sugich, informó que, como resultado del llamado que se hizo a quienes acudieron al sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) a solicitar una adopción a fin de revisar su situación legal, acudió una pareja que adoptó a un infante de manera irregular.

Agregó que se han tomado muestras de ADN a los menores y han sido devueltos a sus padres adoptivos.

Navarro Sugich reiteró que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no ejercerá acción penal contra las parejas, aunque dejó abierta la posibilidad de confrontar información genética con la de los padres biológicos. Hasta la fecha nadie se ha presentado a reclamar la paternidad de los menores.

La PGJE inició una investigación el 18 de marzo tras recibir una denuncia anónima por suposición, supresión, ocultación y sustitución de infante y giró órdenes de aprehensión contra Vladimir Alfredo Arzate Carbajal, quien era subdirector en la Procuraduría de la Defensa del Menor, y José Manuel Hernández López, ambos prófugos.

De acuerdo con los abogados de algunos padres adoptivos, éstos iniciaron el proceso legal de adopción en el DIF de Sonora; sin embargo, al realizar los trámites se percataron de que los hicieron pasar por padres biológicos, no adoptivos.

Después los funcionarios les pidieron dinero para continuar con el proceso, lo que aceptaron debido al lazo que ya habían establecido con los bebés bajo su custodia desde semanas antes, adujeron los representantes legales.