Sociedad y Justicia
Ver día anteriorMiércoles 9 de septiembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La reforma se llevó a cabo pensando en los más pobres, afirma el Vaticano

El Papa simplifica y hace gratuito el procedimiento para anular matrimonios
Foto
Monseñor Pío Vito Pinto, durante una conferencia de prensa en RomaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de septiembre de 2015, p. 41

Ciudad del Vaticano.

El papa Francisco reformó ayer el procedimiento de la Iglesia católica para anular los matrimonios, haciéndolo más simple, rápido y gratuito, cambio pensado en los más pobres pero visto con recelo por los grupos conservadores.

Un mes antes del delicado sínodo de obispos sobre la familia, esta modificación podría ser mal vista por algunos prelados conservadores, quienes temen que se trate de la introducción de un divorcio católico disimulado, pese a que sólo atañe al procedimiento y no a los motivos.

La reforma, anunciada en dos motu proprio (carta papal) –una para la Iglesia romana y otra para las iglesias orientales vinculadas con ésta–, refleja la voluntad de Jorge Mario Bergoglio de desburocratizar la justicia vaticana y otorgar a los obispos un papel central.

En las misivas, el pontífice argentino hace referencia al gran número de fieles que no pueden anular sus nupcias debido a la distancia física y moral con las estructuras jurídicas de la Iglesia.

Bergoglio decidió que una sentencia bastará para decretar la nulidad del matrimonio eclesiástico, en vez de las dos que se requerían.

El recurso del tribunal de la sede apostólica romana, la Rota, seguirá siendo posible, pero excepcional.

Para pronunciarse sobre un recurso de anulación, el obispo designará a un juez único del clérigo y deberá asegurarse de que ningún laxismo será permitido.

Un trámite más corto está previsto para los casos de anulación evidentes. En éstos el obispo de la diócesis será el mismo juez, con el fin de que las decisiones respeten la unidad católica en la fe y la disciplina.

El Papa decidió también que el proceso sea gratuito para todos, con la ayuda de las conferencias episcopales, a las que se pide otorgar una retribución digna al personal de los tribunales.

En un asunto tan estrechamente relacionado con la salvación de las almas, que la Iglesia, mostrándose como una madre generosa, manifiesta el amor gratuito de Cristo, quien salvó a toda la humanidad, afirmó Francisco.

Desde su elección, en 2013, el pontífice había hecho hincapié en la desigualdad entre los fieles frente a la anulación del matrimonio católico, percibido como privilegio para los más acaudalados.

Varias celebridades, como la princesa Carolina de Mónaco, obtuvieron la nulidad. Pero el trámite era hasta ahora complejo y oneroso para la mayoría de los hombres y las mujeres, que no conocen bien el funcionamiento de la justicia eclesiástica o no tienen recursos suficientes.

Esta ambiciosa reforma democratiza el trámite, pero no modifica los motivos que justifican las anulaciones, tema que se abordará durante el sínodo de los obispos de octubre próximo.

El Papa ha reafirmado en varias ocasiones el principio de indisolubilidad del matrimonio.

Esta modificación retoma las recomendaciones de una comisión creada el año pasado por el pontífice argentino.

Bergoglio actuó con gran serenidad y puso a los pobres en el centro, subrayó el presidente de esta comisión, monseñor Pío Vito Pinto, quien explicó que la reforma expresa una orientación fundamental del Concilio Vaticano II (1962-65), que otorga un papel central a los obispos.