Zurich.

La FIFA anunció ayer el cese de su secretario general, Jérôme Valcke, horas después de que un ex futbolista lo acusara de revender boletos para el Mundial de Brasil 2014.

El organismo, que se ha visto sacudido por escándalos de corrupción destapados por autoridades de Suiza y Estados Unidos, pidió que su Comisión de Ética realice una investigación al respecto.

Jérôme Valcke ha sido cesado de sus funciones con efecto inmediato hasta próximo aviso. Se han puesto en conocimiento de la FIFA ciertas alegaciones acerca del secretario general y el organismo ha solicitado a su Comisión de Ética que inicie una investigación formal, anunció la entidad en un comunicado de prensa.

La FIFA no especificó cuáles son las acusaciones contra Valcke, pero su abogado dijo que el dirigente niega los cargos sobre la reventa de localidades.

Más temprano, el ex futbolista israelí Benny Alon, dueño de la empresa JB Marketing, que desde 1990 se encarga de la venta de entradas para partidos mundialistas, declaró en una rueda de prensa en Zurich que en 2013 acordó pagar a Valcke para asegurar localidades preferenciales.

Añadió que el plan era revenderlas a precios mayores y dividir las ganancias con el dirigente. Sin embargo, sostuvo que el acuerdo no se materializó y que nunca le pagó nada al dirigente.

Alon también afirmó que 8 mil 300 entradas para el Mundial que habían desaparecido fueron vendidas por Valcke para su beneficio personal.

La prensa tuvo acceso a un intercambio de correos electrónicos entre el secretario general de la FIFA y Alon, en los que quedan en evidencia los planes para inflar el valor de los ingresos y repartirse las ganancias. Uno de los mensajes se refiere a las entradas para los tres primeros partidos de Alemania, que a la postre ganó el campeonato.

Esos boletos tenían un valor impreso de 190 dólares, pero fueron vendidos a 570, todo con total conocimiento de la FIFA, según Alon.

La suspensión de Valcke se dio horas después de que autoridades suizas aprobaron la extradición del ex dirigente uruguayo Eugenio Figueredo a Estados Unidos, como parte de una investigación sobre corrupción.

El ex presidente de la Conmebol, detenido el 27 de mayo junto a otros seis dirigentes de la FIFA en Zurich, tiene 30 días para recurrir la decisión.

El uruguayo es uno de los 14 imputados en el proceso iniciado por la fiscalía de Estados Unidos, que sospecha que altos dirigentes del futbol de América cobraron grandes sumas de dinero como soborno en la venta de los derechos de comercialización de torneos del continente.

Según el escrito de la oficina suiza, Figueredo, de 83 años, está acusado de haber recibido millones en sobornos de una empresa uruguaya de mercadotecnia deportiva en la venta de los derechos de comercialización de las copas América de los años 2015, 2016, 2019 y 2023; y de haber obtenido la nacionalidad estadunidense de manera fraudulenta.

Por otro lado, los empresarios argentinos Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis fueron imputados por la justicia de su país por supuesto lavado de dinero en el contexto del escándalo de corrupción de la FIFA.