Cultura
Ver día anteriorSábado 28 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Rindieron homenaje a la bailarina y coreógrafa en la sala Miguel Covarrubias

Dar continuidad al taller fundado por Gloria Contreras, pide hijo de la artista

Tenemos maestros, bailarines, ensayadores, toda una cultura dancística, pues en los años recientes, cuando mi madre estaba muy enferma, la compañía funcionaba mejor que nunca: Gregorio Luke

Foto
Aspecto del homenaje a Gloria Contreras, de cuerpo presente, encabezado por el rector de la UNAM, Enrique Graue (al centro)Foto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de noviembre de 2015, p. 5

Que no se traiga alguien de fuera para dirigir el Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (TCUNAM), compañía fundada por la artista Gloria Contreras, quien falleció el jueves.

Esa petición fue formulada por Gregorio Luke Contreras, hijo de la bailarina y coreógrafa. Que se consoliden las personas que ya están a la cabeza del TCUNAM para dar continuidad a un proyecto cultural.

La propuesta fue aplaudida por el público que abarrotó la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, la tarde del jueves, durante el homenaje de cuerpo presente a la bailarina y coreógrafa.

Murió llena de proyectos, ideas

Cuando terminó ese acto, Luke Contreras reiteró su petición de “no traer alguien de fuera que no conoce el repertorio, que no ha sido parte y que venga a querer cambiarlo todo. Queremos continuidad, pues más importante que las obras son las personas formadas por mi madre.

Tenemos maestros, bailarines, ensayadores, directores, administradores; es toda una cultura dancística. Tan es así que en los años recientes, cuando mi madre estaba muy enferma, la compañía funcionaba mejor que nunca.

Acotó que el TCUNAM es la obra principal de Gloria Contreras, sin embargo, no era una persona, sino un equipo, una colectividad; también es una manifestación universitaria.

No obstante el deceso de su directora, la TCUNAM no suspendió sus funciones de viernes y domingos. Incluso, mañana la agrupación estrenará la última obra de doña Gloria, La sonámbula, de índole autobiográfica, pues la maestra retomó el sonambulismo que la aquejó toda su vida. Ella murió llena de proyectos, ideas y haciendo obras que jamás se han hecho, afirmó su hijo.

Fueron los bailarines del TCUNAM los que recibieron el féretro de su directora al arribar al estacionamiento contiguo a la sala Covarrubias, sede de sus funciones, y lo llevaron al escenario. Familiares, amigos, técnicos del teatro, la comunidad dancística y público en general montaron guardias.

Institución del arte coreográfico

A las 19 horas llegó el rector de la UNAM, Enrique Graue, para hacer una guardia junto con funcionarios de esa casa de estudios, como Mónica González, abogada general, y Leonardo Lomelí, secretario general. Se pidió un minuto de aplausos y no faltó la porra de la UNAM: “México, Pumas, Universidad. Goya Goya Cachún Cachún Goya Goya Universidad”. Frente al féretro abierto, el rector miró los restos de la coreógrafa.

También realizó una guardia María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, que incluyó a Laura Morelos, directora de la Compañía Nacional de Danza.

Al retirarse Graue, acompañado por María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural, definió a Contreras de una institución del arte coreográfico de México. Dijo que habrá una mención en el Consejo Universitario, como se acostumbra, consistente en un minuto de silencio.

Respecto del futuro del TCUNAM, Graue indicó: Cuando se pierde una figura como doña Gloria habrá que hacer ajustes, porque ella fue puntal de muchas cosas que suceden en el Taller. Veremos cómo lo hacemos. Es muy temprano con la pérdida de ella de plantear cosas. El fallecimiento de la maestra es una gran pérdida para el país.

El ataúd salió del recinto pasadas las 19:30 horas, entre más Goyas, para trasladarlo a una funeraria de las calles de Félix Cuevas. Ayer, Gloria Contreras fue sepultada en el cementerio Jardines del Recuerdo, ubicado en Tlalnepantla.