Emergencias en AL
uáles son las emergencias actuales en América Latina y a quién corresponde enfrentarlas? ¿De dónde vendrán las respuestas al caos neoliberal y los espacios en los que se construyan nuevas posibilidades transformadoras? Esta semana en Río de Janeiro se establecieron conexiones auspiciadas por el Ministerio de Cultura de Brasil. El concierto de voces en pasillos y foros reflejó preocupaciones y ocupaciones de diferentes activismos sociales en la región. Si bien no se generaron respuestas, quedaron abiertas las urgencias y las apuestas.
Desde la invitación, el Encuentro Global de Culturas, Activismo, Arte y Cultura Emergencias plasmó el diálogo con los movimientos sociales y culturales, parlamentarios, gestores, artistas y activistas
. El para qué lo construyó cada imaginario. Y también el desde dónde y para dónde. Las diferencias, a veces abismales, entre los diversos contextos latinoamericanos, fijaron horizontes que se encontraron en la clara necesidad de ampliar las conexiones e intercambiar experiencias entre los más diversos grupos. Aquí convergieron la cultura, el activismo, los medios de comunicación contrahegemónicos y la política.
¿Para qué los nuevos lenguajes y las narrativas que nacen de las veloces tecnologías? ¿A quién se dirige el discurso desde el movimiento social cuando, en medio del encuentro Mauricio Macri, representante de la derecha más recalcitrante, quien resultó electo en segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, tomó posesión tras 12 años del kirchnerismo?
Quienes pensamos que la organización y el movimiento social no debe abandonarse en ninguna coyuntura y bajo ninguna circunstancia, observamos con respeto las otras miradas, pues para organizaciones y colectivos honestos el enemigo sistémico es el mismo, y no se le puede dejar el paso libre, venga de donde venga.
Un mosaico de experiencias y sus potencialidades se dejaron ver en Río. Las reivindicaciones de las trabajadoras sexuales de Argentina, Brasil, y Uruguay; los retos de las radios comunitarias, como Radio Vilardevoz, que se transmite desde el hospital siquiátrico Vilardebó en Montevideo; el arte que interviene el lenguaje dominante en Barcelona (colectivo Enmedio); la construcción de otras urbanidades y modos de vida en Madrid; las experiencias de medios de comunicación, que convergen en el proyecto Facción; entre otras, se movieron en un espacio enorme, casi desbordado, cuyo potencial mayor estuvo en el encuentro y reconocimiento.
Hoy el activismo no le da la espalda a las redes sociales y sus potencialidades. Pero aquí y desde diferentes contextos, coincidimos en que al cuerpo y a la calle no la suplanta nadie. Ni en Brasil, ni en México, Uruguay, Guatemala, Perú, Colombia o Argentina. Con o sin hasthag el cambio sí que es urgente.
