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El éxito de la nueva entrega, por los efectos especiales y la mercadotecnia, señala sacerdote

“Más que frases religiosas, La guerra de las galaxias usa lugares comunes”

Lo que el Vaticano critica es que se enseñe que la fuerza, la magia, es lo que va a llevar al mundo adelante, afirma el padre José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión del Arzobispado

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Quinientas réplicas de los Stormtroopers de La guerra de las galaxias en la sección de Juyongguan, de la Gran Muralla de China, durante un acto promocional de la El despertar de la fuerzaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de diciembre de 2015, p. 7

Lord Vader dice en La guerra de las galaxias: Su falta de fe me resulta molesta. Aquí ya no me queda nada. Quiero aprender los caminos de la fuerza y ser un Jedi como mi padre, mensaje en el que la palabra fuerza es poder, energía, unión, defensa y ataque, contra el mal, el lado oscuro. Que la fuerza te acompañe... Fuerza sustituye a Dios, al Señor.

En entrevista, el padre José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión del Arzobispado de México, expuso que en El despertar de la fuerza, séptimo capítulo de la saga, él no ve tanto un uso religioso de ciertas frases, sino de oraciones que son lugares comunes. “En algún momento habla de valores que pueden ser la fuerza, la paz, la sabiduría, lugares comunes y a cualquier persona le pueden sonar. En La guerra de las galaxias no se habla de temas religiosos, propiamente.

“Me parece que el éxito de la película no radica en el tipo de palabras, sino en que desde la primera cinta recurrió a muchos efectos especiales. A muchas personas lo que les sorprendió fue el pedazo de la historia del padre contra el hijo, que refleja esa parte oculta de la rebeldía de los hijos contra los padres, en la que tratan de encontrar su propio yo, su persona.

Son, más bien, elementos sicológicos, frases comunes, combinación de efectos especiales, la aparición de princesas, etcétera, lo que puede hacer que tenga tanto éxito. ¡Tiene una mercadotecnia increíble! La película salió acompañada de muñecos y objetos que ayudaron a su popularidad. No creo que sea la parte religiosa o de la comunicación verbal la atractiva.

Todas las historias tienen héroes y antihéroes

–Se habla y se critica la falta fe en la fuerza.

–Para ellos el principal valor es la fuerza, y no confiar en ésta es lo que puede ocasionar la debilidad para luchar.

–Hay quien se identifica más con el mal, con el lado oscuro.

–Todas las historias tienen un poco del héroe y del antihéroe. Esto es lo que utilizan todos los grandes escritores para realizar sus novelas, sus cuentos, desde Hans Christian Andersen, los Hermanos Grimm, etcétera. Todas las películas siempre hablan de un mal y en todas ellas, a menos de que sea un humor negro, siempre termina venciendo la parte de la luz. Es este caso, la fuerza. Es la protagonista.

Al llamado en algunos círculos El padre de las estrellas, por aparecer en programas de radio y de televisión, así como por ser colaborador en medios impresos y de difundir sus actividades en redes sociales, de plano La guerra de las galaxias no le gusta y le aburre. “¡Y ya son siete! Vi El señor de los anillos 1, Harry Potter 1, y nada más. Esta última fue criticada por el Vaticano por inculcar en la gente creer que el futuro, el éxito de las personas, está en la magia.

“El éxito de una persona o del mundo no está en la magia tipo Harry Potter, ni en la fuerza de La guerra de las galaxias. De no ser así, entonces tendría razón el narcotráfico. El Vaticano, la Iglesia, alude a valores como la unión, la esperanza, el amor, el perdón... que son los que pueden redimir a la sociedad, porque si no... Si es la fuerza, entonces tendríamos una saga de 85 mil películas. El que va a ganar, siempre, es el que tiene la fuerza económica, las bombas, el narcotráfico, el terrorismo. El Vaticano critica es que se enseñe que la fuerza, la magia, es lo que va a llevar al mundo adelante.

En este caso se trata más bien de la mercadotecnia. No regresa la fuerza, sino el capital. Hay que ver con qué anticipación se anunció esta saga. Hay un público que se ancló a estos personajes, y ahora se los hereda a los hijos.

La compañía Disney, que no da paso sin huarache, compró los derechos de la saga y tiene planes para crear parques temáticos. “No es La guerra de las galaxias, sino la guerra de los dólares”.

Se inclina por la cinematografía que narra historias humanas, como el clásico cine europeo, e incluso los musicales. Generalmente no estoy en favor de las películas bélicas, porque ya de por sí hay mucha violencia en el mundo real.

Por estos días abundan documentales sobre la vida de Cristo, las reliquias de Cristo, ¿quién mató a Jesús?, la suerte de los apóstoles, en canales como The History Channel, Discovery Channel y National Geographic. Opinó: “Volvemos al tema de la mercadotecnia. En algunos de ellos he trabajado. Han dejado de lado la investigación seria para dar paso a la mercadotecnia, con programas como La tumba falsa de Jesucristo, El rostro verdadero de Jesucristo, El Código Da Vinci, etcétera, pero nuevamente tenemos el tema de la crisis de valores.

“Es difícil encontrar una producción con arte y objetividad. Sobre las reliquias... que la cruz de madera, la lanza que perforó el costado... con un buen escritor se pueden crear historias increíbles. Se parte de un dato real para después construir un documental. Digo esto porque soy autor de más de mil cuentos. Esto es fácil para un escritor profesional. Si se le mete algo de suspenso, pues mejor para llamar la atención. Ese es el éxito de quienes han escrito La guerra de las galaxias. Encontraría más afinidad en valores religiosos en películas como El principito, sencilla, que no habla directamente del evangelio y lleva a buscar un crecimiento espiritual.”

Resaltó que hay una gran diferencia entre el cine estadunidense y el europeo. En Estados Unidos se hace cine para la venta. En otros se hace sólo por gusto.