Quito.

Dos fuertes réplicas sacudieron la madrugada de este miércoles gran parte del territorio de Ecuador, en especial en la provincia de Manabí, epicentro del terremoto del sábado, de magnitud de 7.8, que hasta ahora ha dejado 570 fallecidos, unos 7 mil 15 heridos y cerca de mil 700 desaparecidos. Ambas réplicas causaron pánico entre la población, pero no hubo reporte sobre nuevos daños.

Esta madrugada se registraró una réplica importante a las 3:33 (hora local), de magnitud 6.1, cerca de Punta Galera, en la provincia costera de Esmeraldas; y otra a las 3:35 horas, de magnitud 6.3, cerca de Cabo San Francisco y la localidad de Muisne, en la misma provincia, informó el Instituto de Geofísica ecuatoriano.

En total han ocurrido 538 réplicas, las dos últimas con epicentro en el mar, lo que hizo resurgir el temor entre los moradores de algunas de las ciudades más afectadas por el sismo del sábado –Manta, Portoviejo y Pedernales– que aún pernoctan en albergues y en carpas. Los habitantes salieron alarmados a la calle y muchos prefirieron dormir a la intemperie.

A cuatro días del terremoto hay escasez de agua y de víveres, y cortes de luz. En Manta hay un centro de voluntarios que preparan raciones de alimentos y otro en Pedernales con ropa, alimentos y medicinas, pero el mal estado de las carreteras dificulta la distribución.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, indicó que tras una primera etapa de salvar vidas, los trabajos de asistencia pasan a una nueva: albergar a los damnificados. En cadena nacional anunció medidas para enfrentar la crisis derivada de la devastación. El IVA aumentará dos puntos para ubicarse en 14 por ciento durante un año, se impondrá un cobro de 3 por ciento al impuesto a las utilidades por una sola ocasión; una contribución, por una vez, de 0.9 por ciento a personas naturales con patrimonio mayor a un millón de dólares, y por cada mil dólares de percepciones los asalariados aportarán un día de sueldo al mes, siendo el tope máximo cinco meses, informaron medios locales en Internet.