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Antiguo taller de los Lumiére es la Meca para cinéfilos
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de octubre de 2016, p. 7

Lyon.

El taller restaurado que sirvió de decorado al primer filme de la historia, Salida de las fábricas Lumiére (1895), alberga hoy una sala de cine y se ha convertido en un lugar de peregrinación para cinéfilos y de rodaje para cineastas.

El antiguo taller, que hoy acoge la sala de cine del Instituto Lumiére de Lyon, aparece en la inolvidable película de 50 segundos filmada bajo la manivela de Louis Lumiére en la que unos 200 obreros de su fábrica salen caminando y en bicicleta.

En 1970 se destruyeron las antiguas fábricas de los inventores del cine, los hermanos Auguste y Louis Lumiére, pero se salvó la entrada, algunas paredes de cemento y el tejado del lugar, compuesto por vigas de madera y acero.

Hoy día, el lugar luce rehabilitado y acoge una sala de cine de 269 butacas, un café y una sala de exposiciones, y está protegido para siempre luego de ser clasificado como monumento histórico por el Ministerio francés de Cultura en 1995, al cumplirse el centenario de la invención del cinematógrafo.

Las autoridades han bautizado además a la calle del antiguo taller como calle de la primera película, en la que también se ubica la casa de los Lumiére y actual museo del cine, a sólo unos metros.

Símbolo extraordinario

Pero lo más importante está en el exterior. En la entrada principal se reconoce fácilmente el escenario de la primera película del cine filmada el 19 de marzo de 1895, de 800 fotogramas y que consumió 17 metros de celuloide con 16 mil perforaciones, recuerda un cartel informativo colocado en el lugar.

Para identificar mejor la célebre imagen se instalaron paneles con fotografías de los obreros que aparecen en la película y una señal luminosa en el suelo, en el punto exacto donde Louis Lumiére colocó el tripié de su cámara para rodar la primera escena del llamado a convertirse en el séptimo arte.

Que ese hangar desemboque en una sala de cine me parece que es algo grande para los amantes de cine del mundo entero, declaró el gran cineasta francés Bertrand Tavernier.