Deportes
Ver día anteriorDomingo 16 de octubre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Tres veces ha buscado recuperar un título mundial sin conseguirlo

No repetiré el declive de los veteranos; terminaré bien mi carrera: Sosa
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de octubre de 2016, p. a18

La derrota ante Román Chocolatito González dejó desconsolado a Édgar Sosa. Nunca había perdido de un modo en el que se sintiera rebasado de una manera tan abrumadora como esa noche de mayo de 2015. Unos días después declaró que había llegado el momento del retiro del pugilismo.

Fue una declaración en caliente, sin reflexionar. Por la forma en que perdí... es que no estaba acostumbrado a perder de ese modo, señaló el capitalino.

No era una derrota sin importancia. Había caído por nocaut técnico ante el considerado el mejor libra por libra del momento.

Después de que perdió el título minimosca del Consejo Mundial de Boxeo en 2009, tras un cabezazo artero del filipino Rodel Mayol que apeló para que fuera descalificado, una doble fractura en el pómulo lo dejó fuera unos meses, pero no pudo recuperar el campeonato del mundo.

En 2011, 2013 y 2015 ha peleado por un título mundial, pero ha sucumbido en cada intento.

La pérdida de mi título fue fundamental porque estaba enrachado, ganando bien, pero de pronto sufro ese cabezazo. No fui derrotado de manera legal. Pero ya dejé ese episodio atrás, no me pesa aquella experiencia. Digamos que no me quedó el trauma de caer así, recordó.

Sosa no se permite el desánimo. Volvió en este 2016; primero con una victoria en un combate que considera que fue de preparación para recuperar ritmo y distancia; después, una nueva derrota, esta vez ante el monarca minimosca de la OMB, el filipino Donnie Nietes.

El retiro está muy cerca –admite–, casi a la vuelta de la esquina, pero aún así ha planeado un cierre digno para su carrera.

A los 37 años de edad está convencido de realizar un par de peleas más de preparación, aunque eso no significa que buscará peleadores fáciles para recuperar el ritmo que ha perdido, esa movilidad por la que piensa ha sucumbido dos veces en poco más de un año.

Pero lo que sigue –hace estimaciones– será culminar con otra pelea por campeonato del mundo. No titubea porque siente que aún puede disputar un reto de esa magnitud.

Confío en lo que me prometió mi empresa, que me buscará otra oportunidad de campeonato del mundo. Si no sale aquí, iré adonde sea, puede ser Japón o no sé. Lo que tengo claro es que no puedo darme el lujo de perder tiempo, dijo optimista.

A pesar de eso, Sosa no es ingenuo y descarta la posibilidad de pelear en supermosca, pues está consciente de que la división tiene muchos peleadores con cartel y en la cúspide de sus facultades, que prácticamente le cierran el paso.

El mejor libra por libra Chocolatito González, los mexicanos Carlos Cuadras, Juan Francisco Estrada y el monarca OMB, el japonés Naoya Inoue.

Esa división está muy competida. Creo que es complicado conseguir una oportunidad ahí, por eso pienso que en mosca hay más chance, indicó.

Lo que no se permite ahora es pensar en el retiro. Aunque unos días después de la derrota ante Chocolatito el propio CMB le aconsejó que lo meditara, pero Sosa recapacitó y volvió a reclamar un lugar.

Los veteranos se resisten a irse. Aducen que sus cuerpos y reflejos están vigentes y que sólo cuando el cuerpo se los anuncie dirán adiós. La mayoría termina en la lona. Sosa conoce ese ciclo insistente, pero afirma que no es su caso.

He escuchado a tantos peleadores que dicen que aún tienen piernas para boxear y que cuando ya no puedan lo reconocerán. Tengo claro lo que quiero, me checo periódicamente y médicamente estoy en forma. No quiero repetir ese ciclo de los veteranos, ni deseo terminar mal mi carrera. Mi despedida debe ser con la cara en alto, puntualizó.