En un edificio semiderruido –con antigüedad de más de 100 años–, ubicado en Santa María la Ribera, viven nueve familias que con láminas y plásticos buscan contener la caída de sus techos y muros. Tocas las paredes y se desmoronan. Ya no puedes hacer ningún arreglo, reconoció Areli Osorio Hernández, quien junto con sus dos hijas habita uno de los departamentos.

Los inquilinos, la mayoría adultos mayores, con más de 40 años de vivir en el predio ubicado en Jaime Torres Bodet 117, empezaron el trámite para solicitar al Instituto de Vivienda (Invi) la expropiación del mismo, a fin de contar con su apoyo para que sea demolido y construir viviendas de interés social.

En una visita al lugar, explicaron que el dueño, a quien le pagaban la renta, murió y en su lugar acude una persona allegada a la familia, que no ha tenido mayor interés por el inmueble, que ha comenzado a caerse a pedazos.

Una parte de la planta baja ya está desocupada y en la mayoría de las viviendas las vigas de madera están podridas y el piso está hundido. Hay partes en las que caminas y sientes que te hundes, expusieron.

En su vivienda, Areli tapizó techos y muros con un plástico, para evitar la caída del concreto, que se ha ido desmoronando poco a poco, pero sabe que aún está en riesgo. Tenemos miedo de que con un temblor se venga abajo todo y ni tiempo nos dé de correr, pero no tenemos a dónde ir, expuso.

Una parte de la planta baja ya está desocupada; en la mayoría de las viviendas las vigas de madera están podridas y el piso está hundido, señalan sus ocupantesFoto Rocío González Alvarado

Más o menos lo arreglé por arriba, pero está todo cuarteado; cuando llueve se trasmina el agua. La verdad, está todo muy mal, refirió al señalar que tiene 40 años de vivir en el inmueble, sin que nadie le haya dado mantenimiento.

Originalmente el edificio de dos niveles con patio central contaba con 14 departamentos, pero sólo nueve están habitados, pues el resto está ruinas, por lo que los inquilinos decidieron organizarse para solicitar ayuda al Invi.

Ya antes habíamos acudido a la delegación Cuauhtémoc, vino personal de Protección Civil a revisar y dijo que se tenía que hacer un dictamen, pero no se hizo nada, explicó Areli.

Apoyados por la organización Rosario Castellanos, los vecinos prevén ingresar la documentación correspondiente al Invi esta semana, pues es la única opción que tienen, aseguraron, para contar con una vivienda digna.

No buscamos despojar a nadie; si la solicitud prospera, se tendrá que pagar a quien acredite la propiedad del inmueble, precisaron.