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Intercambio en servicios, turismo e inversión de China, Japón y Corea del Sur, plantean

Diversificarse, reto del país ante shock proteccionista de Trump; Europa, en la mira

En dos semanas el presidente estadunidense puso el peligro el sitio del proveedor privilegiado

 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de febrero de 2017, p. 19

Frente al shock proteccionista de Donald Trump, México acelera sus negociaciones de libre comercio con Europa y vuelve la mirada a Asia, pero reducir su dependencia de Estados Unidos, el mayor mercado mundial, será un enorme desafío.

El gobierno mexicano entró en acción la semana recién concluida y asegura estar listo para sacar provecho de sus decenas de tratados comerciales firmados alrededor del planeta. Sin embargo, expertos aseguran que no será sencillo lograr la urgente diversificación.

El miércoles, el gobierno mexicano anunció un acuerdo para acelerar negociaciones con la Unión Europea y modernizar el tratado comercial vigente desde 2000 –y que tuvo intercambios por 53 mil millones de euros en 2015–, así como su intención de negociar un tratado de libre comercio con Reino Unido, apenas logre salir del bloque continental.

Además, confirmó el inicio de un periodo de 90 días de consultas con el sector privado, legisladores y autoridades locales para definir los términos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Cumplido este proceso, que se realizará simultáneamente en Estados Unidos y Canadá, los socios se sentarían a la mesa a inicios de mayo, según estimó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien dijo que su país podría salir del TLCAN si no obtiene un buen acuerdo.

Está bien que México voltee a ver hacia otras partes, sin embargo, no daría por muerto el TLCAN, dijo Gabriela Siller, directora de análisis del Banco Base. La clave, añadió, está en aprovechar este impasse para ampliar la participación de México en el mercado global, buscando opciones que no sólo incluyan el intercambio comercial, sino también servicios como el turismo y la atracción de inversión extranjera directa de países como China, Japón o Corea del Sur.

Sería poco inteligente no empezarlas a explorar, pero eso dependerá de qué tan hábiles son las negociaciones del gobierno mexicano y qué tan rápido se pudieran hacer, afirmó.

Ante la emergencia, los llamados a mirar a China como nuevo gran socio se perfilan como una jugada maestra, pues no sólo podría equiparar el tamaño del mercado estadunidense, sino devolverle el golpe a Washington.

El miércoles, tras anunciar una alianza de inversión por más de 200 millones de dólares entre la fabricante de autos china JAC Motors y la mexicana Giant, el gobernador estatal de Hidalgo, Omar Fayad, trazó la estrategia: Cuando no puedes ver solamente hacia el Norte, pues puedes ver al Oriente.

China ya es el segundo mayor socio comercial de México, con negocios por 75 mil millones de dólares en 2015 sin contar con TLC, pero esto ha ocurrido, muy a su pesar, con importaciones mexicanas 14 veces superiores que las exportaciones del país asiático. Si fuera un partido de futbol, nos golearon y feo, afirma Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Dijo ser escéptico y cauteloso ante la idea de convertir a China en el gran factor de diversificación comercial e inversión, sobre todo porque la relación ha sido sumamente tensa, con inversiones fallidas y disputas en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en sectores como textiles, acero y juguetes.

Llevamos muchos años hablando de diversificar el comercio exterior de México y no es sencillo, explica Manuel Molano, director adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). En menos de dos semanas como presidente de Estados Unidos, Trump ha puesto en peligro el sitio de México como proveedor privilegiado del principal mercado mundial. El país envía alrededor de 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, en su mayoría manufacturas compuestas por hasta 40 por ciento de insumos fabricados en Estados Unidos, lo que revela la fuerte complementariedad de sus industrias nacionales.

De 1993 a 2015 el comercio con Estados Unidos pasó de 88 mil 200 a unos 500 mil millones de dólares anuales, un salto de más de 400 por ciento.