Buenos Aires.

Un grupo de reconocidos cineastas, actrices y actores argentinos se manifestó ayer frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), envuelto en una polémica desde que el gobierno pidió la renuncia a quien era su director, Alejandro Cacetta.

Vamos a defender al Incaa a capa y espada. Estamos todos unidos en defensa del cine nacional, dijo Fernando Pino Solanas, director de los filmes Sur, que le valió la Palma de Oro al mejor director en Cannes 1988, y Memoria del saqueo.

En la protesta participaron también el director Luis Puenzo, que en 1986 ganó el primer Óscar para Argentina con La historia oficial, y los artistas Cristina Banegas, Patricio Contreras y Alejandra Darín, entre otros, junto a cientos de estudiantes y trabajadores de la industria del cine argentino.

Otros 28 actores y actrices, entre ellos Leonardo Sbaraglia, Natalia Oreiro, Pablo Rago y Dolores Fonzi, también expresaron su opinión ante el conflicto a través de un video difundido en las redes sociales.

La semana pasada nuestro instituto de cinematografía pasó a ser un organismo intervenido, asegura allí Sbaraglia, mientras Fonzi sostiene que la destitución de Cacetta es una cortina de humo que esconde una operación.

En 2016 se estrenaron 173 filmes argentinos, la mayoría con apoyo financiero del Incaa.

Este miércoles el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto, pidió la renuncia del director del Incaa debido a la necesidad de acelerar y profundizar los procesos de mejora administrativa en el instituto. Cacetta había asumido el cargo con la victoria del presidente Mauricio Macri, y con amplio consenso de la industria cinematográfica.

La medida se tomó luego de que la noche anterior se emitiera un informe plagado de imprecisiones en el programa Animales sueltos, por canal América, sobre sospechas de corrupción e irregularidades en el Incaa, por lo que muchos representantes del sector cinematográfico hablaron de operación mediática.

Está garantizado el fomento del cine. No hay caza de brujas en el Incaa, declaró Avelluto a la agencia de noticias estatal Télam, y respaldó al nuevo director del organismo, el hasta ahora vicepresidente del Incaa, Ralph Haiek.

Sospechan represalias

El organismo de cine argentino administra un Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC), que otorga créditos y subsidios a las películas argentinas y aporta fondos para la celebración de festivales.

El FFC se financia con un impuesto que grava 10 por ciento de toda entrada de cine que se vende en territorio nacional y con 25 por ciento de lo recaudado por el Ente Nacional de Comunicaciones, que en parte proviene de los derechos que pagan radios y televisoras para operar las señales del país.

Sectores críticos al gobierno sospechan que detrás de las denuncias está la intención de intervenir el Incaa, eliminar el impuesto de 10 por ciento que financia el fondo FFC y administrarlo desde fuera, acabando con la autarquía del instituto.

También creen que Cacetta fue castigado por negarse a despedir funcionarios del anterior gobierno y que se quiere instalar la idea errónea de que el cine absorbe recursos que podrían ser destinados a otras áreas sociales.