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Cuando ya festejaba, se corrigió que el triunfador era Estrada

Anuncio fallido del ganador me elevó y luego mandó a la lona: Cuadras
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de septiembre de 2017, p. 5

Como todos los boxeadores después de un combate apasionado, Carlos Cuadras y Juan Francisco Gallo Estrada pensaban que habían ganado la semifinal por el campeonato mundial en peso supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

El anunciador tomó el micrófono y zanjó la duda: canturreó el nombre de Cuadras como vencedor de esa noche en Los Ángeles. La victoria lo enloqueció, lo levantaron en hombros, gritos de júbilo, mientras el perdedor aparente se miraba desconcertado con su equipo.

Después vinieron segundos de confusión, llamaron al anunciador para corregir y volvió a recitar, ahora el nombre del verdadero ganador, pues todo había sido un error. El Gallo Estrada era el genuino vencedor.

No se vale que jueguen así con los sentimientos de uno, reclama un día después Carlos Cuadras; primero me elevan y luego me mandan hasta la lona, fue todo muy raro, ni lo podía creer.

Cuadras tuvo que recuperarse del vértigo que le produjo el error del anuncio y empezar a digerir una derrota que no lo deja del todo convencido. Apenas empezó a masticar el resultado verdadero y le recordaron otros episodios parecidos al que sucedía esa noche. Las premiaciones fallidas que necesitaron una corrección ante el bochorno público. La entrega equivocada del título Miss Universo 2015 a la representante de Colombia, cuando la ganadora era la de Filipinas; la entrega de la estatuilla Óscar a La La Land cuando la ganadora fue Moonlight. Hechos que derivaron en una cascada de memes en redes sociales.

Me reí al recordarlos, pero pues qué chingaos, remata sin perder el humor de siempre; me desconcertó, y a mi equipo, no entendíamos lo que estaba pasando, pero eso fue lo que decidieron.

Más allá del tropiezo del anuncio, Cuadras está convencido de que la victoria le pertenecía, tal vez –considera– de manera muy apretada, pero era suya.

Pero esto es de apreciación y eso fue lo que vieron los jueces, se resigna; ahora lo que espero es una revancha con cualquiera de los que estuvimos esa noche.

En la lectura de lo que ocurrió sobre la lona, Cuadras tiene claro dónde concedió ventajas al Gallo, al que reconoce como un estupendo boxeador.

Cayó en desesperación

Yo dominé los primeros episodios; creo que mi problema fue estar seguro de que ya lo tenía y querer terminar rápido por nocaut, confiesa; “pero el Gallo es un gran peleador, un estratega, y nunca perdió el control, no se desesperó. Ahí está la diferencia: yo sí me desesperé por acabarlo”.

Lo de esa noche representa para Cuadras la expresión más acabada de lo impredecible del boxeo. Mientras ellos peleaban en la eliminatoria por el título supermosca, ahí mismo, en la contienda estelar, se disputaba ese cinturón, pero con un final inesperado.

El nicaragüense Román Chocolatito González fue noqueado por primera vez en su carrera; lo fulminó el tailandés Srisaket Sor Rungvisai, el mismo que en una pelea anterior le quitó lo invicto.

“A pesar de los resultados, creo que el combate que di con el Gallo fue el mejor de la noche”, asegura Cuadras; y a pesar de que perdí, dejé claro que estoy en la élite de mi división y ahora las rivalidades se pusieron más sabrosas. Vienen buenas cosas para todos.