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El conjunto escarlata, mejor posicionado en la tabla, enfrentará a Xolos en la siguiente fase

Toluca sufre al empatar 2-2 con Morelia, pero pasa a semifinales

Los Diablos se relajaron y en los últimos instantes dejaron caer dos goles de Monarcas

Estamos molestos porque dejamos de trabajar al final y eso es un tache para el equipo: Cristante

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El equipo escarlata festeja su pase a la antesala de la final, después de un partido que casi se le va de las manos en los minutos finalesFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2018, p. 2

Tremendo susto pasó Toluca, pero logró sellar su pase a la semifinal del Torneo Clausura 2018 al empatar 2-2 (global 4-4) con un Morelia que incendió el encuentro en los últimos instantes. Después de caer en un exceso de confianza, los Diablos se salvaron por mejor posición en la tabla, donde terminaron como líderes, y enfrentarán a Tijuana en la siguiente fase.

Cristian Borja abrió el marcador al minuto dos, mientras Rubens Sambueza acrecentó la ventaja al 86. Cuando parecía que los Diablos saldrían con el triunfo sin problemas, Emanuel Loeschbor (90+2) y Miguel Sansores (90+3) igualaron en los instantes finales e hicieron temblar a los escarlatas con la posibilidad de robarles el triunfo.

Después del 2-2 en Morelia en el duelo de ida, los Diablos se apresuraron en el ataque para evitar una derrota frente a su afición en el estadio Nemesio Diez.

El inicio del encuentro fue engañoso, cuando Rodrigo Salinas se filtró por la banda derecha y lanzó un potente disparo que fue rechazado por el arquero de Monarcas, Sebastián Sosa. Los michoacanos respiraron, se habían salvado de una jugada peligrosa, pero la tranquilidad les duró poco.

Cristian Borja soltó al minuto dos el primer golpe, luego de rescatar un rebote tras un tiro de esquina y disparar con potencia desde fuera del área. La afición escarlata se dejó llevar por la emoción, el duelo comenzaba y un tanto a favor los llenaba de confianza y júbilo.

Morelia se sintió acorralado, sabía que debía atacar enseguida para no ser presa de la derrota. Ángel Sepúlveda se acercó a las redes con un cabezazo que fue atajado por Alfredo Talavera.

Los Monarcas buscaron generar peligro, tomaron el control del esférico, atacaron por ambas bandas, pero fallaban en los remates. Los escarlatas no estaban dispuestos a regalar la victoria, y aunque se les complicaba robar el balón se mostraron fuertes en la defensa.

Hernán Cristante, estratega de los toluqueños, se mostraba inquieto, sabía que un gol de ventaja no le aseguraba nada, mientras en el banquillo de Morelia, Roberto Hernández disimulaba el nerviosismo al tiempo que analizaba el encuentro.

El complemento fue sufrido para ambos clubes. Diego Valdés se aventuró con un disparo desde fuera del área que fue detenido por Talavera. Cristante cambió su esquema ofensivo y mandó a la cancha a Ángel Reyna por Luis Quiñones, un movimiento que no tuvo el resultado esperado.

Morelia mantuvo el control del balón, puso tensión en varias ocasiones, pero los locales resistieron con un Alfredo Talavera que se mostró imponente bajo el arco. Los aficionados alentaban desde las gradas con el canto otra copa, queremos otra copa, al tiempo que agitaban playeras escarlatas.

Los últimos minutos fueron cardiacos, Toluca fue más ofensivo y Cristian Borja dejó escapar una oportunidad de gol al fallar en el remate luego de un contragolpe.

Rubens Sambueza puso el 2-0 al minuto 86 con un golazo de tiro libre, que desató una verbena en el graderío, sentían que ya tenían la victoria. Con la ventaja, los Diablos cometieron el error de relajarse y de manera sorprendente Morelia despertó para conseguir la igualada.

Emanuel Loeschbor anotó con un remate de cabeza al 90+2 para revivir la esperanza de los Monarcas, sólo un minuto después Miguel Sansores consiguió la igualada, pero el tiempo les impidió dar la voltereta.

Hernán Cristante pasó de la felicidad al enfado, sabía que se quedaron al borde de la eliminación por exceso de confianza. Estamos molestos en lugar de estar contentos por pasar a las semifinales. Teníamos las cosas controladas, todo se hizo bien salvo los últimos minutos. El equipo dejó de trabajar y eso es un tache, dijo en conferencia. No obstante, afirmó que su equipo se mantendrá motivado: No vamos a tirar a la mierda lo que he- mos hecho en el torneo.

Roberto Hernández dijo que se van con sabor amargo en la boca porque fueron superiores en la cancha pero les faltó concretar con goles. Me voy con amargura, porque en la serie fuimos infinitamente superiores al rival, y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas. Todos sabemos que esto se gana con goles, en el desarrollo del juego fuimos mejores, pero de nada sirve, apuntó.