La especie que quedó en más peligro de extinguirse fue la azulgrana en esta serie. Cruz Azul sacó un 2-1 favorable del partido de ida de cuartos de final, aunque ahora deberá pagar la visita este sábado al Atlante.

Los Cementeros tuvieron otra inmejorable oportunidad de aumentar su ventaja porque fallaron un penal y tuvieron un jugador de más desde el minuto 66. Eso lo pueden lamentar.

La cadena de desaciertos defensivos con los que arrancó el encuentro se reflejó pronto en el marcador. Al minuto siete Arturo Muñoz metió un centro por el lado izquierdo, que alcanzó a rematar Giancarlo Maldonado para el 1-0.

Con ese tanteador en favor de los Potros hasta la afición celeste, que se atrincheró en la cabeza sur del estadio, comenzó a silbar cada vez que su equipo tocaba el balón.

Pero La Máquina, aunque no arrollaba, siempre entraba con peligro a los dominios de la visita. Al minuto 14 el portero Moisés Muñoz rechazó un tiro de Christian Giménez y después el contrarremate de Néstor Araujo fue desviado a tiro de esquina.

Cuatro minutos después, al 18, el Chaco casi provocó que hasta los atlantistas aplaudieran porque en una jugada personal sembró rivales y cerca de la media del área sacó un zurdazo impresionante que se coló en el ángulo superior derecho del arco azulgrana.

Soberbio gol que estableció el 1-1 con el que se fueron al descanso. El marcador no se movió pese a dos buenas llegadas de Villa y otra de Maldonado.

Los errores defensivos de la primera parte ocasionaron muchos sustos entre los seguidores de ambos equipos. Sin embargo, el de Diego Ordaz en los primeros segundos de la segunda parte llevaron al paredón al Atlante.

El zaguero falló al intentar interceptar un centro de Aquino y el balón le llegó a Giménez, quien marcó el 2-1 y hasta el olé, olé surgió después en las tribunas.

Pero al minuto 66 el público, que casi llenó el estadio Azul, se sintió como en una montaña rusa emocional. El árbitro Miguel Ángel Ortega marcó un penal a Arturo Muñoz, y Giménez se encargó de cobrarlo; lo tiró a la derecha del arquero Muñoz, quien se recostó y lo rechazó. Después vino un tiro de esquina y Gonzalo Pineda sacó un disparo que se estrelló en el travesaño.

Atlante respondió inmediatamente, Maldonado casi agarró mal parado al arquero Corona, quien con las uñas sacó el balón de la línea de gol.

Después Cruz Azul no pudo aprovechar la expulsión de Muñoz (en el penal), falló a la hora de dar la puntilla y el rival se siente herido, pero no muerto.

Es un resultado que no deja tranquilo a nadie, pero con un gol estamos dentro, recordó el técnico Miguel Herrera, quien vio el partido desde las gradas por estar suspendido y los que se llevaron los insultos de Pineda al final fueron sus auxiliares.

Herrera comentó que el encuentro siempre fue parejo estando 11 contra 11 y que las diferencias fueron los errores, sobre todo, el del inicio del segundo tiempo: Salimos dormidos.

Su colega Enrique Meza, en tanto, reconoció que fue una victoria apretada, pero victoria al fin y que hacía tiempo que no jugaban bien: Eso me deja mejor que en otras ocasiones.