El presidente Felipe Calderón recriminó el incumplimiento de muchos acuerdos de la reforma de justicia penal, llamó a los gobiernos a cumplirlos, dado que no hay tiempo para simulaciones ni regateos, y pidió aquilatar que México está cambiando pese a la adversidad.

Horas antes del inicio de la marcha convocada por el escritor Javier Sicilia, el empresario Alejandro Martí, presidente de la organización México SOS, cuyo hijo Fernando fuera asesinado en 2008, también denunció que el ya basta por la violencia se ha generalizado en la sociedad y pareciera que los políticos se han inmunizado contra él. Se preguntó “qué le puede esperar a un país cuya clase política no es sensible al reclamo ciudadano.

Pareciera que este estado de urgencia nacional, de tragedias colectivas provocadas por los criminales, los hogares enlutados, los hijos ausentados, los huérfanos de la violencia, no son suficientes para movilizar a nuestra clase política a producir instrumentos que permitan frenar la violencia, expresó Martí.

En el inicio del tercer Foro sobre Seguridad y Justicia –convocado por México SOS– Martí, Calderón y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Juan Silva Meza, hicieron ayer un examen sobre la reforma de seguridad pública aprobada en 2008. Todos coincidieron en exigir a otros poderes y órdenes de gobierno que aceleren el paso porque, a decir de Calderón, cambiar a México hacia la justicia no puede ser un buen deseo, requiere ser refrendado todos los días con acciones, esfuerzos, sacrificios y hechos.

Martí se quejó de que la reforma se encuentra en orfandad política. A tres años de su entrada en vigor, nueve estados han implementado sus ejes estratégicos (Baja California, Durango, estado de México, Morelos, Nuevo León, Oaxaca y Zacatecas) y previó que al final del sexenio, la mitad de las entidades haya concluido y todas cumplan con el plazo de 2016.

Se preguntó si el nuevo Estado democrático lo construimos a pesar de los políticos. ¿No será que una de las amenazas hacia nuestra frágil democracia proviene de aquellos políticos que sólo ven al país como un trofeo electoral?

Consideró que la sociedad no ve solidaridad de los gobernadores con sus ciudadanos, pese a que ellos son moral y políticamente responsables de los inocentes que han sido victimados por la violencia. Calificó de inmoral el que algunos estados del país no hayan ejercido plenamente sus recursos etiquetados para el combate al delito y emplazó al Congreso a que apruebe la reforma del Código de Procedimientos Penales.

El presidente Calderón aprovechó este espacio para exigir la renovación de las instituciones de procuración y administración de justicia, porque no puede funcionar una reforma nueva en manos viejas, parafraseando precisamente alguna cita importante para muchos.

Reconoció que México atraviesa una situación compleja, para muchos triste y dolorosa, y que falta mucho por hacer, pero reivindicó que a pesar de las circunstancias adversas se han hecho cambios como la reforma del sistema de justicia penal.

A quienes con justa razón preguntan si el país podrá cambiar y salir adelante, el michoacano respondió que es posible que México sea una tierra de libertad y de orden, pero eso implica que todos hagamos un enorme esfuerzo, empezando por las autoridades federales, estatales, municipales y los otros poderes de la Unión.

El ministro Silva Meza llamó a los jueces a asumir el ya basta de la sociedad: Entendámoslo como una demanda legítima, asumámoslo, revisémonos, dijo. También se quejó de que la reforma avanza con lentitud y la paciencia de la sociedad se agota. Enlistó los esfuerzos hechos por el Poder Judicial, pero consideró que son insuficientes.