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Condenamos lo mismo que todas las religiones: el asesinato de inocentes, dice el presidente

Obama, por una nueva relación entre EU y los musulmanes

Washington no dará la espalda a la legítima aspiración de los palestinos a un Estado propio

Asegura que toda nación, incluida Irán, tiene derecho a acceder a la energía nuclear pacífica

 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de junio de 2009, p. 20

El Cairo, 4 de junio. Vine a buscar un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes en todo el mundo, un comienzo basado en el interés y el respeto mutuos, un comienzo basado en esta verdad de que Estados Unidos y el Islam no se excluyen, afirmó hoy aquí el presidente Barack Obama en un discurso con mensajes específicos sobre las tensiones que enmarcan la relación entre su país y las naciones donde habitan mil 500 millones de islamitas.

Mientras nuestras relaciones sean definidas por nuestras diferencias, daremos el poder a los que siembran el odio antes que la paz, a los que promueven el conflicto en vez de la cooperación. Este ciclo de desconfianza y de discordia debe terminar, dijo el demócrata Obama al leer en 55 minutos un texto de 12 cuartillas, ante mil 500 invitados en la Universidad de El Cairo, en el que no mencionó ni una sola vez la palabra terrorismo, como fue la costumbre de su antecesor, el republicano George W. Bush.

Desde las primeras líneas de su alocución, Obama destacó que lo primero que debemos enfrentar es el extremismo violento en todas sus formas, aunque reiteró que, como declaró en febrero en Turquía y pese al reforzamiento de las tropas que combaten a los musulmanes afganos del talibán, Estados Unidos no está, ni estará jamás en guerra contra del Islam.

La lucha contra los extremistas violentos

Lucharemos de todas maneras sin descanso contra los extremistas violentos que representan una grave amenaza para nuestra seguridad, ya que Estados Unidos rechaza lo mismo que las personas de todas las religiones, los asesinatos de hombres, mujeres y niños inocentes, dijo Obama en la capital de Egipto, a cuyo presidente, Hosni Mubarak, en el poder desde hace 27 años, definió después de una entrevista oficial como un político que posee evidentemente décadas de experiencia en gran cantidad de temas.

El discurso de Obama, que puede leerse completo en Internet: www.whitehouse.gov/the_press_office/Remarks-by-the-President-at-Cairo-University-6-04-09/, fue difundido en directo en lengua árabe por la cadena qatarí Al Jazeera y en cafés y restaurantes de muchas ciudades de Medio Oriente fue atendido por la gente, aunque en Gaza los aviones no tripulados de las fuerzas armadas israelíes provocaron estática en la señal.

Tres de los seis puntos que desarrolló Obama fueron planteados como fuentes mayores de tensión: el extremismo violento en todas sus formas, la situación entre israelíes, palestinos y el mundo árabe, y nuestro interés en los derechos y las responsabilidades de las naciones sobre las armas nucleares.

Los otros tres temas tratados por el mandatario fueron la democracia, la libertad religiosa y los derechos de las mujeres.

Estados Unidos no dará la espalda a la legítima aspiración de los palestinos de dignidad, oportunidad y un Estado propio, manifestó Obama. Esta es la tercera ocasión desde que asumió la presidencia en que subraya el tema. Esta vez, el jefe de la Casa Blanca señaló que no hay dudas de que la situación del pueblo palestino es intolerable, pero apuntó también que amenazar a Israel con la destrucción o repetir infames estereotipos sobre los judíos es un profundo error.

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Desde el Comité de Resistencia Popular militantes palestinos observan por televisión el discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desde una base de entrenamiento en la ciudad de GazaFoto Ap

A pesar de que subrayó el vínculo inquebrantable de Estados Unidos e Israel, Obama advirtió que Washington no acepta la legitimidad y la continuación de la colonización israelí, porque viola los acuerdos suscritos y perjudica los esfuerzos de paz.

En cuanto a Irán y la energía nuclear, Obama reconoció por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca que toda nación, incluso Irán, debe tener derecho a acceder a la energía nuclear pacífica, pero siempre que lo haga conforme al Tratado de No Proliferación Nuclear.

No se trata simplemente de los intereses estadunidenses. Se trata de impedir una carrera armamentista nuclear en Medio Oriente que podría conducir a esta región y al mundo por un camino extremadamente peligroso, mencionó Obama, para luego rematar que queda claro para todos que cuando se trata de armas nucleares, alcanzamos un punto decisivo.

Sobre las mujeres musulmanas, Obama dijo estar en contra de la afirmación en el sentido de que el velo les resta igualdad frente a los hombres, pero en cambio, subrayó, negarles educación es lo que genera inequidad.

El jefe de la Casa Blanca llegó a El Cairo procedente de Arabia Saudita –el otro aliado estadunidense en la región– y después de su discurso viajó a Alemania, donde se espera que los asuntos relativos a Medio Oriente sigan en la agenda.

Después de su discurso en la Universidad de El Cairo, el presidente visitó las pirámidades de Giza como muestra de su interés por las culturas de la región.

En el contexto de este discurso conciliatorio, el gobernante incluyó dos ideas con las que intentó exaltar a Estados Unidos y a su régimen político, ante una parte del mundo con la que Bush estuvo enfrentado.

Primero, pidió al mundo musulmán que evite estereotipos sobre la imagen de su país, porque no se trata de una potencia imperial interesada, sino de una de las mayores fuentes de progreso.

En segundo lugar, agregó, el ideal de igualdad por el que Estados Unidos luchó a lo largo de su historia se refleja en el hecho de que un afroestadunidense llamado Barack Hussein Obama haya podido ser elegido presidente del país, y ese sueño americano de posibilidades ilimitadas vale también para los casi siete millones de musulmanes que viven ahí.

Al concluir su alocución, con una referencia al mensaje de paz de la Biblia, el Talmud y el Corán, fue ovacionado de pie y la gente exclamó repetidamente ¡Obama, Obama!