Con bombos y platillos, literalmente, debido a la actuación de una banda militar de música, la noche del jueves se inauguró la exposición Tamara de Lempicka en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

En la ceremonia, encabezada por el presidente Felipe Calderón, la fallecida pintora de origen polaco fue reconocida como el modelo de una nueva generación femenina, merced a sus vicisitudes, pero también el colorido y la transgresión de su obra en la que se expresa la fuerza de la feminidad.

Asistieron el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio; la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar; la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio, y la titular del Museo del Palacio de Bellas Artes, Roxana Velázquez.

Calderón Hinojosa manifestó que se reconoce también a las mujeres independientes, debido a que De Lempicka logró erigirse en icono de la mujer moderna.

Sus cuadros expresan la fuerza de la feminidad, que empezaba a mostrarse libre, que no buscaba definirse respecto a lo masculino, sino ofrecer una visión propia: la de la mujer, indicó.

Entre otros aspectos, recordó que, si bien la pintora fue una auténtica ciudadana del mundo, pasó sus últimos años en México y sus cenizas se esparcieron en el Popocatépetl.

Tamara forma así parte de las grandes pintoras del siglo XX que se sintieron atraídas por nuestro país y encontraron aquí el refugio y una fuente de inspiración. Mujeres de la talla de Remedios Varo, Leonora Carrington y Alice Rahon.