París, 5 de junio. Francia reprochó hoy a Brasil el anuncio precipitado del hallazgo de fragmentos y manchas de aceite, supuestamente del avión de Air France accidentado el pasado lunes con 228 personas a bordo, mientras continuaba la búsqueda de los restos de la nave en el Atlántico. Ningún trozo fue recogido este viernes.

Desde hace días el gobierno francés dice que hay que ser extremadamente cuidadosos, declaró el secretario de Estado francés, Dominique Bussereau.

Nuestros aviones y barcos no han encontrado nada hasta la fecha; fueron nuestros amigos brasileños los que creyeron y afirmaron haber avistado partes de la nave, señaló.

Por ahora, precisó, la máxima prioridad es encontrar las cajas negras, aunque el tiempo juega en nuestra contra porque su señal sólo dura 30 días, subrayó.

El ejército brasileño anunció el jueves que los fragmentos rescatados del mar no pertenecían al aparato siniestrado, como se había asegurado en un primer momento.

Es una mala noticia evidentemente, ya que hubiéramos preferido que las piezas fueran del avión y que tuviéramos información. Los brasileños nos dan una ayuda importante; no se trata de criticar a quienes son nuestros hermanos en el dolor y nos ayudan, afirmó el funcionario francés.

Cambio en las condiciones de búsqueda

En tanto, el brigadier brasileño Ramón Cardoso, en rueda de prensa en la ciudad de Recife –donde está instalado el comando de operaciones de las autoridades de Brasil– informó que las corrientes marinas cambiaron de dirección y modificaron su velocidad, y que si bien tienen identificadas áreas en las cuales podrían encontrar restos de la aeronave, la línea inicial de 5 kilómetros de materiales avistada por los aviones de la fuerza aérea brasileña ya se desvaneció.

Reconoció que muchos materiales pueden haberse hundido y reiteró que la posibilidad de hallar sobrevivientes es ínfima.

Durante la jornada, las condiciones meteorológicas hicieron más difícil el trabajo de los especialistas, ya que la visibilidad aérea se vio reducida por tormentas.

Las operaciones continuaban con la ayuda de 12 aeronaves, tres navíos que se encuentran en la zona y un helicóptero. Otros dos barcos brasileños se dirigen al área, ubicada a más de mil kilómetros al este de la costa americana.

El ministro de Defensa francés, Hervé Morin, anunció el envío de un submarino de propulsión nuclear a la zona del Atlántico en la que desapareció el vuelo AF-447, con la finalidad prioritaria de intentar dar una explicación a la catástrofe.

Gracias a su sistema de detección podría ayudarnos a salvar las cajas negras, explicó Morin.

En París, en tanto, la fiscalía anunció la apertura de una causa judicial sobre la desaparición del avión por homicidio involuntario.

La Oficina de Investigaciones y Análisis francesa (BEA, por las siglas en francés), a cargo de la investigación técnica, publicó un comunicado en el que señala que la investigación mostró incoherencias entre las diferentes velocidades medidas.

Esa situación la pudo establecer la BEA, basándose en el análisis de los mensajes automáticos transmitidos por el avión.

Con base en la misma información transmitida por la aeronave, el constructor europeo Airbus envió una recomendación a todos sus clientes, que concierne a todos los modelos que construye, para recordarles a los pilotos los procedimientos a seguir en caso de incoherencias en las velocidades indicadas, la cual fue autorizada por la BEA y es habitual en caso de accidente.

El mensaje reforzó la teoría de que los pilotos del A330-200, que se desvaneció unas cuatro horas después de despegar de Río de Janeiro hacia París, podrían haber dado al avión, sin advertirlo, una velocidad incorrecta al ingresar a una zona de fuertes tormentas.

Airbus dijo que el mensaje a sus clientes no significaba que los pilotos de la nave siniestrada hubieran hecho algo equivocado o que una falla de diseño fuera de algún modo responsable del accidente.