Las mujeres que sufren violencia doméstica no tienen acceso a la justicia, aseguró Verónica Navarro Benítez, fundadora de la asociación Mujeres Aportando a Mujeres, en el contexto de la presentación de su libro Manual de violencia doméstica, realizada en la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Según la especialista, la justicia mexicana únicamente castiga a 0.0001 por ciento de personas que cometen un delito de violencia doméstica, lo que significa que no existe la probabilidad de que un agresor sea sancionado.

Agregó que si bien la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia puede llegar a ser un instrumento de lucha, en la práctica es letra muerta, porque la violencia de género se ha marginado de la política pública y de la agenda oficial.

La socióloga comentó que en México no existen protocolos de actuación para funcionarios que tienen que intervenir ante agresores de mujeres, por lo que se necesita introducir cursos de capacitación en instituciones que abordan este problema, como aquéllas de tipo policial, judicial y ministerios públicos. A veces, para una mujer enfrentar a la justicia le implica un trabajo terapéutico enorme, y una vez que llega al ministerio público se le cierra la puerta.

En su manual, la autora entiende la violencia como un problema de Estado que nos involucra a todos; argumenta que se trata de un asunto de ética, de justicia, de derechos humanos, de democracia, de educación, de salud, de seguridad pública y de género.

Enfatiza que dicho fenómeno es un problema de seguridad pública, porque en el país la violencia doméstica es un delito, por lo que los órganos del Estado son los únicos facultados para perseguir y castigar a los culpables.

Destaca que el problema está presente en millones de hogares del mundo, indistintamente de clases sociales, edad, religión o raza, y puntualiza que las estadísticas indican que en un rango de 70 a 95 por ciento, quienes cometen este tipo de violencia son mayoritariamente los hombres.