El rector de la Universidad Autónoma Chapingo (Uach), Aureliano Peña Lomelí, y el director del Colegio de Posgraduados (Colpos), Félix González Cossío, asentaron que tras un cuarto de siglo de sequía financiera, los legisladores atendieron sus demandas y se asignó un presupuesto que permite mantener la matrícula de estudiantes y continuar con las investigaciones.

Los recursos nunca son suficientes cuando se tienen compromisos tan importantes como la investigación y eso no puede ser considerado una actividad de segunda: las universidades públicas relacionadas con el sector agropecuario requieren presupuestos de primera, dijo el rector de la Uach.

En la firma de la carta de intención de la Uach, Colpos, Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura con la editorial Mundi Prensa para coeditar libros de las áreas agropecuarias y forestales, Peña Lomelí y González Cossío aseguraron que el Estado no debe eludir su responsabilidad de sostener a las universidades públicas como una estrategia de desarrollo del país.

A manera de ejemplo, el director del Colpos mencionó que el presupuesto de la institución para este año es de 243 millones de pesos, pero la investigación de nanotecnología y en genómica animal requiere de 3 mil millones de pesos. Por años hemos demostrado que se puede hacer mucho con poco, pese a las presiones gubernamentales en 2004 para desaparecer a la institución.

Salvador Fernández Rivera, del INIFAP, expuso que dicha institución ha diversificado sus fuentes de financiamiento para no depender exclusivamente del presupuesto federal, pero también vemos que el sector privado no tiene interés en invertir en el sector social, por eso los recursos públicos deben canalizarse a atender los problemas de competitividad del campo.

Desde 2006, mencionó, los legisladores se han mostrado más sensibles a los planteamientos de la academia y han aprobado incrementos a los presupuestos para ciencia, tecnología y educación, pero tras años de restricciones presupuestales ahora sólo cuatro de cada 10 mexicanos de las zonas urbanas acceden a la educación superior y en el rural, uno de cada 10.

Este es el momento de compartir fortalezas y capacidades del gobierno federal, de los estados, instituciones educativas y sociedad para avanzar en la soberanía y seguridad alimentarias.

Los responsables de las instituciones educativas del sector agropecuario aclararon que el compromiso firmado con la editorial no implica un gasto y el beneficio es un abatimiento en los costos de la impresión y, por tanto, los precios al público serán más accesibles. Los temas serán de utilidad para la academia y para quienes toman decisiones.

En el caso de la Uach, puntualizó el rector, no reducirá su esfuerzo editorial, pero ahora orientará sus recursos a las ediciones de más libros de texto para los docentes y los temas técnicos se destinarán a las revistas científicas.