Al América se le hizo el milagrito y nada menos que ante el Santos de su devoción, ayer por la tarde en la cancha del estadio Azteca, donde venció por la mínima diferencia a los de la Comarca Lagunera para obtener el divino pase y meterse al paraíso de la liguilla del torneo Bicentenario 2010. Aunque se le aparecerá el Diablo mexiquense en la primera cita.

La única anotación del sufrido triunfo, logrado ante una regular entrada, fue de Ángel Reyna. Bajo el candente sol de la tarde, que a ratos desapareció tras las nubes, dio inicio la última oportunidad del América para clasificar, ante el Santos, que ya traía el boleto en la bolsa y muchos sustos en la chistera.

Pasado el minuto ocho, Daniel Montenegro sirvió un pase medido al manchón penal, donde Reyna, habilitado como centro delantero, recibió y tuvo tiempo de acomodarse para, con disparo de pierna derecha, inaugurar el marcador.

Los dirigidos por Jesús Ramírez intentaron aprovechar el momento de gloria creado con el gol y por el dominio posterior, aunque pese al calor pronto se enfriaron las acciones y los de la Comarca reaccionaron para cerrar puertas y ventanas.

Vinieron los toques en corto, la disputa cerrada por el balón en media cancha, no querer regalar ningún espacio ni mucho menos arriesgar con pases largos.

La apuesta de ambos era mantener el dominio del esférico y tratar de sorprender y protegerse, como Santos, que dispuso una línea de cinco jugadores, aunque el chileno Jean Beausejour tomó la pelota a media cancha, imprimió velocidad, pero en el momento del quiebre decisivo Uriel Álvarez anticipó para dejar desarmado al sudamericano.

Al minuto 35, la suerte parecía sonreír a los de Coapa. El silbante José Alfredo Peñaloza marcó un tiro directo en el pico del área grande de Santos, pero la estrategia de ejecución falló y dos minutos después fue la oportunidad de los laguneros, aunque Francisco Torres no pudo concretar.

Mientras los aficionados vestidos de amarillo comenzaron a corear el vamos, vamos América, Montenegro se adueñó del balón, continuó su veloz carrera sin que nadie lo alcanzara y al entrar por la zona derecha se animó a disparar... pero a la tribunas.

En tiempo de alargue, Ismael Rodríguez vistió de héroe al santista Fernando Arce, quien desde la barrera corrió a cubrir el hueco dejado por Oswaldo Sánchez en el lado izquierdo de la portería, justo adonde fue dirigido el disparo que pudo haber sido la segunda anotación.

La segunda mitad empezó sin tregua. Primero, Rolfi Montenegro armó una llegada y soltó fuerte disparo, pero Oswaldo alcanzó a desviar, e instantes después, del otro lado de la cancha, Torres soltó un obús de derecha que Navarrete atajó a una mano.

Los dos técnicos intentaron una y otra vez acomodar sus piezas. Los jugadores dieron muestra del dominio de balón de que son capaces, pero durante varios minutos sólo armaron llegadas y algunos disparos con buenas intenciones, pero mala puntería.

En otras oportunidades, como la de Oribe Peralta al minuto 59, con pleno dominio del esférico, se dio el lujo de recortar a dos zagueros, pero al momento de fusilar, Navarrete puso orden a la acción.

A partir del minuto 70, la sombra permitió a los equipos desplegar más su estilo, aunque siguieron atorados en media cancha. Los anfitriones, obligados a ganar, parecían tomar las cosas con bastante calma, frente a un Santos que deseaba vender cara su derrota.

Aunque los visitantes tenían más dominio, al minuto 68 Montenegro desplegó veloz descolgada que lo condujo frente a Oswaldo, quien alcanzó a desviar, y Álvarez mandó la pelota adonde fuera, ante la amenazante llegada de Luis Sandoval, quien salió de cambio minutos después en medio de sonora rechifla.

Las emociones no paraban. Daniel Ludueña puso al filo de las butacas a sus seguidores, listos para corear el gol, cuando al minuto 73 tuvo la inmejorable oportunidad de empatar, pero Navarrete mandó a tiro de esquina.

También Oswaldo tuvo su momento especial, cuando al minuto 84 desvió un cañonazo de Reyna.

Santos no tuvo de su lado ni suerte ni milagros, porque Darwin Quintero estrelló el balón en el travesaño y en el contrarremate de Peralta surgió la imagen de Navarrete para salvar su meta.

Jesús Ramírez dijo estar muy contento, pero sobre todo satisfecho con la clasificación lograda en un año de muchas dificultades. Creo que fue un justo premio al esfuerzo que hicieron los muchachos, afirmó.

Luego de dejar claro que no creo en veladoras, comentó que son capaces de vencer al Toluca, pues de ahora en adelante todo puede pasar, y sólo debemos pensar en el triunfo para lograr el título.

El capitán Pável Pardo destacó que lo más importante para directiva, jugadores y cuerpo técnico, pero sobre todo para la afición, era llegar a la fase final.