Músicos mexicanos de los ámbitos de concierto y popular se unirán este jueves en la Sala Nezahualcóyotl, a las 20:30 horas, para ofrecer un concierto en apoyo a las víctimas del terremoto y el tsunami que azotaron a Japón el pasado 11 de marzo.

Es un canto de apoyo, de luto y redención, define la compositora Marcela Rodríguez, a quien le fue comisionada para la ocasión una cantata, con cuyo estreno mundial culminará la velada.

Este acto artístico y solidario reunirá, por el lado académico, a la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) y a su directora titular, Gabriela Díaz-Altriste; al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, al flautista Horacio Franco, al violonchelista Asaf Kolerstein y la soprano María Luisa Tamez, así como a Rodrigo Macías, director asistente de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM).

En tanto, por el ámbito popular participarán la jazzista Iraida Noriega y la cantante de música tradicional Susana Harp, además de Ely Guerra y Natalia Lafourcade, por la vertiente de la música pop.

La dinámica del concierto consistirá en intervenciones de forma individual por parte de las agrupaciones sinfónica y coral, así como de cada uno de los músicos solistas. Será en la parte final cuando todos se reúnan para interpretar la pieza de Marcela Rodríguez.

Este mundo es el título de esa cantata, la cual tiene como fuente de inspiración el poema homónimo de Ida Vitale, una de las más grandes poetas de Uruguay, del cual la compositora mexicana tomó algunos fragmentos para incluirlos en su obra.

Lo más importante de este concierto es el gesto con Japón. Es unirnos al luto que están viviendo en ese país, un apoyo moral por medio de la música. Es una manera de decirles a los japoneses que somos seres humanos y que de alguna forma su tragedia también es nuestra, indica Marcela Rodríguez en entrevista.

“Ellos sufren y nosotros con ellos por lo que les ocurre, pero también por lo que vivimos en México; tenemos aquí también un tsunami de diferente tipo: la ola de violencia que arrastra al país es brutal”.

Al respecto, subraya que esta presentación en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria) es también una manera de protestar contra el horror que prevalece en el mundo. En el caso de Japón la causa es la naturaleza, en el caso de México lo más terrible es que no es la naturaleza, sino la propia especie humana; nos estamos aplastando entre nosotros mismos.

Dolor y esperanza

Con una duración de entre cinco y seis minutos, la cantata Este mundo fue escrita para orquesta sinfónica, coro y solistas de los ámbitos clásico y popular.

La hice lo más sencilla posible, con tres diferentes escalas. La primera corresponde al mundo contemporáneo clásico occidental; la segunda, es pentatónica clásica del mundo oriental, y la tercera, es la pentatónica usada en el himno de Japón, afirma Rodríguez.

Comienza con “una especie de luto, pero se va iluminando poco a poco, va in crescendo hasta que termina in tutti, con la orquesta, el coro y los músicos solistas y cantantes al unísono. Es un canto de dolor, pero también de esperanza”, destaca Marcela Rodríguez, quien señala que el dinero recabado será enviado al país oriental por conducto de su embajada en México.