La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé que durante 2011 la economía mexicana crecerá 4 por ciento en términos reales, y que en 2012 alcance 4.2 por ciento anual, como reflejo del dinamismo de la economía de Estados Unidos. Esta estimación es ligeramente mayor que la de 4 por ciento reportada en la Encuesta de los Analistas del Sector Privado, publicada por el Banco de México en marzo pasado.

La proyecciones de la dependencia están contenidas en una propuesta de presupuesto de ingresos y egresos para 2012, que se entrega de forma anticipada para que el Congreso de la Unión disponga de tiempo suficiente para discutirla y, en su caso, aplicar las modificaciones que considere pertinentes.

Los lineamientos económicos para el próximo año consideran que el valor total del producto interno bruto (PIB) en términos nominales se situará en 14 billones 202 mil 800 millones de pesos para este año, y en 15 billones 317 mil 300 millones de pesos para 2012.

De acuerdo con el Documento relativo al cumplimiento de las disposiciones contenidas en el artículo 42, fracción I, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria 2011, entregado al Congreso el jueves por la noche, como define la ley, se estima que la inflación confluya hacia la meta de 3 por ciento al cierre de 2011 y se mantenga en igual nivel en 2012.

El tipo de cambio se mantendrá en un promedio de 12.1 pesos por dólar en 2011, y pasará a 12.4 pesos por dólar en 2012.

La SHCP actualizó el precio de referencia para la mezcla mexicana de crudo de exportación para este año a 73.3 dólares por barril, desde el previo de 65.4 dólares, y para el año próximo lo aumenta y estima que mantenga un promedio de 74.5 dólares por barril. La expansión adicional de la economía nacional así como un entorno favorable en materia de precios internacionales de los hidrocarburos permiten anticipar que los ingresos públicos durante 2012 serán mayores a los observados en 2011.

Sin embargo, advirtió que el entorno internacional no se encuentra libre de riesgos, entre los que destacan para 2011 la continuación de los problemas fiscales y financieros en algunos de los países de la periferia del euro, que originarían episodios de volatilidad financiera significativa en los mercados financieros.

Además, el gobierno de Estados Unidos aún no ha anunciado una estrategia de ajuste fiscal de mediano plazo, que garantice que la deuda pública de ese país seguirá una trayectoria sostenible a largo plazo.

Otros riesgos derivan de eventos geopolíticos y problemas climáticos, que han llevado a una volatilidad elevada en las cotizaciones internacionales del petróleo y de otras materias primas, principalmente las alimentarias; algunos países industrializados pueden comenzar a normalizar la postura de su política monetaria antes de lo previsto, y se debe considerar el impacto económico y financiero del desastre natural y problemas nucleares en Japón.

Se espera que los ingresos petroleros asciendan en 2011 a un billón 5 mil 157 millones 400 mil pesos, mientras para 2012 llegarían a un billón 90 mil 702 millones 100 mil pesos, que representarán 7.1 por ciento del PIB en cada caso. La plataforma de exportación para 2011 y 2012 se mantiene en 2 millones 550 mil barriles diarios, y el volumen de exportación se fija en un millón 149 mil y un millón 148 mil barriles al día, respectivamente.

En torno a la cuenta corriente se prevé un déficit de 12 mil 342 millones de dólares, que representa un punto porcentual del PIB en 2011, y un déficit de 19 mil 629 millones 300 mil dólares para 2012, equivalente a 1.6 por ciento del PIB.

Las tasas de interés, medidas a través del plazo líder a 28 días, se prevé que se ubiquen en 4.7 por ciento al final de 2011 y en 6 por ciento al concluir 2012.

En tanto, el balance fiscal como porcentaje del PIB incluyendo la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) sería negativo en 2.5 por ciento en 2011, y en 2 por ciento en 2012. Pero sin incluir la inversión de Pemex se anticipa que el balance del sector público al cierre de 2011 será de un déficit de 70 mil millones de pesos, equivalente a 0.5 por ciento del PIB, consistente con el déficit presupuestario aprobado por el Congreso.