Opinión
Ver día anteriorSábado 4 de junio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de abajo

Represión

L

a resistencia de los pueblos indígenas a los megaproyectos que se implementan en sus comunidades, destruyendo sus recursos naturales y vida comunitaria, tiene una muestra más en San Pedro Tlanixco, municipio de Tenango del Valle, estado de México, donde los más de 5 mil habitantes se oponen a la ampliación de la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal.

Este proyecto es un ramal de la autopista Toluca-Tres Marías-Cuernavaca. A su paso está destruyendo el bosque de la comunidad, además de separarla en dos, sin que a nadie importe la ruptura del tejido comunitario ni la devastación ecológica.

Como en todos los proyectos de este perfil, los habitantes de San Pedro Tlanixco no fueron consultados, por lo que la semana pasada se desplazaron al lugar donde se realizan las obras, con el fin de parar la maquinaria. La respuesta fue la represión. Mil 500 policías se encargaron de desalojarlos con lujo de violencia.

Hasta el momento, señalan los pobladores, han talado tres hectáreas de bosque. Además, sus siembras de maíz, frijol, haba y algunas flores han quedado partidas por las obras.

No es la primera vez que la comunidad enfrenta un problema. Tienen años peleando para que los dejen usar el agua del río Tescalneco. Pasando San Pedro Tlanixco se encuentra el declive a Tierra Caliente, lugar ideal para la siembra de flores, ocupado desde hace años por empresas extranjeras y políticos del grupo Atlacomulco. Son ellos, precisamente, a quienes el gobierno ha favorecido con el uso del agua.

Por su lucha por su legítimo derecho a las aguas del río, ejidatarios de la comunidad están en la cárcel y hay ocho personas bajo proceso. Que se pare la ampliación de la autopista, es el grito desesperado de una comunidad amenazada.

En otro lado del país, en la meseta purépecha, continúa la represión contra otro movimiento que se opone a la tala de bosques. Se trata de Cherán, donde el pueblo mantiene la resistencia y defensa de sus bosques.

Esta semana denunciaron la desaparición del comunero Domingo Chávez, de quien no saben nada desde el 28 de mayo, fecha en que salió hacia sus labores en el campo.

Nos sentimos doblemente traicionados por el mal gobierno, que ha estado mintiendo ante los diferentes medios informativos, diciendo que la situación en Cherán ya está bajo control, advierte la comunidad. Señala: No sirve de nada hacer una denuncia ciudadana, porque no actúan para detener a los delincuentes.