Opinión
Ver día anteriorMiércoles 7 de septiembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Cordero: ¡por fin!

Catarrito, ¿otra vez?

Jelipe, ¡ya párale!

D

esde el momento mismo en que presentaron su paquete económico para 2011 (en septiembre del año pasado), el inquilino de Los Pinos y sus genios económicos tácitamente reconocieron que la economía mexicana no podía sostener el ritmo de crecimiento reportado en 2010 (un garbanzo de 5.5 por ciento). La desaceleración, pues, resultaba obvia, y no por poco margen, pues la diferencia a la baja entre lo alcanzado en el cuarto año de estancia en la residencia oficial y su pronóstico para el siguiente era de 30 por ciento. Esa obviedad, sin embargo, pretendió corregirse con discursos, muchos, que subrayaban la supuesta solidez, la clara recuperación, las buenas expectativas y las mejores noticias para el futuro económico nacional.

Eso fue un año atrás, aunque el discurso se mantuvo a lo largo de 2011, cuando todo el mundo registró las señales de desaceleración económica y redujo pronósticos, menos donde, se supone, deben ser los primeros en tomar nota y actuar en consecuencia. No fue así, desde luego, de tal suerte que el calderonato resbala con la misma cáscara. Ocho largos meses del presente año, más cuatro de 2010, repite y repite aquello de la solidez (y todo lo demás), para que al final de cuentas, y a escasas horas de presentar el paquete económico 2012, brinque a la palestra el –también se supone– secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, para, ¡por fin!, reconocer que siempre sí México entró en desaceleración, aunque todavía no estamos en la orilla. Qué cosa: demasiadas señales, demasiadas advertencias, demasiadas evidencias, y Cordero todavía lo pone en duda.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advierte que existe el riesgo de que la economía mundial vuelva a entrar en recesión, y subraya que el margen de maniobra es menor que el que se tenía hace dos años. En igual sentido se manifestó el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, quien enfatiza: el riesgo de una nueva recesión mundial está creciendo; nos estamos moviendo en un periodo peligroso. Al mismo tiempo, la directora de la orquesta europea, la alemana Angela Merkel, exterioriza su preocupación por la posibilidad de que la crisis en aquella región conduzca directamente a materializar la teoría del dominó.

Todo eso ha pasado, y más, mientras el calderonato sonríe y habla maravillas de una economía que sólo es reconocida en Los Pinos, porque en el México real empresarios, emprendedores, trabajadores, consumidores y los demás cada día la ven más negra. En cambio, en el México de mentiritas, donde todo es perfecto y mágico, no deja de presumirse el sólido crecimiento y la robustez económica, por mucho que, cuando menos desde abril pasado, los focos rojos se mantengan encendidos. Tarde, como siempre, Cordero asegura que el gobierno calderonista anunciará medidas adicionales para incentivar algunos sectores económicos.

Es en este contexto, es decir, en plena advertencia de recesión internacional (y nacional, por obvias razones), con la economía mexicana en franca desaceleración y a escasas horas de presentar el paquete económico 2012 al Congreso, que el inquilino de Los Pinos se aferra a materializar la candidatura panista de Ernesto Cordero, y éste a aceptarla por el bien de México. Total, qué más da si el país se va al carajo, porque lo importantes es la grilla sucesoria. Por lo demás, es inconcebible que Calderón se aferre a su delfín, porque hasta las encuestas amigas ubican a Cordero casi 30 puntos por abajo de la siempre cursi Josefina Vázquez Mota en las preferencias panistas, y casi 20 del charrito fallido Santiago Creel.

Al igual que el doctor catarrito, a Ernesto Cordero eso de la clarividencia de plano no se le da. Un repaso por sus discursos lo confirman. En el arranque de 2011 el susodicho, egresado de la Universidad Cantinflas, pregonaba: hay un cierto optimismo de que cada vez vamos a ir teniendo mejores pronósticos de crecimiento económico por los datos que estamos teniendo, y toda esta solidez de la economía mexicana, estas buenas expectativas de crecimiento económico, la disciplina, la estabilidad macroeconómica lo que generan es que haya un achatamiento en las curvas de las tasas de interés en todos los plazos, lo que genera, que hemos venido observando ya desde hace varios meses, cómo las tasas de interés en México han venido disminuyendo de manera paulatina, consistente, de una manera muy importante, y estamos previendo que ese fenómeno va a continuar a lo largo de este año. En general todos los datos del dinamismo interno de la economía se ven bastante bien, mejor de lo que pensábamos, lo cual es una muy buena noticia.

A comienzos de abril anunció la actualización del pronóstico económico oficial: 4.3 por ciento para 2011, “y es de los más conservadores… es la obligación de la autoridad ser lo más conservador posible, y ciertamente ya hay pronósticos que ubican el crecimiento de la economía en 4.8, 4.7 por ciento. Esperemos que a lo largo de estas semanas y de estos meses que vengan los pronósticos cada vez vayan siendo mejores. Lo que está pasando en este momento es que tenemos una recuperación económica muy sólida, sustentada en la fortaleza estructural de la economía mexicana… vamos a consolidar dos años de crecimiento económico, se va a poder empezar a sentir la recuperación en México, todavía no le llega la recuperación a muchas familias, y estas tasas de crecimiento sostenido con estabilidad de precios nos van a permitir que las familias empiecen a mejorar sus ingresos”.

En julio y agosto Cordero aseguraba que la sacudida en Europa y Estados Unidos no afectarían al país, por una sencilla razón: están ya consideradas en los pronósticos de crecimiento de México, los pronósticos de crecimiento para nuestra economía están entre el 4 y el 5 por ciento, yo creo que se va a cumplir con estos pronósticos. Pero, ¡oh sorpresa! En el arranque del mes de la patria, el mismo merolico ya dice que México entró en desaceleración económica, e incluso existe el riesgo de recesión. Y todavía quiere Los Pinos.

Las rebanadas del pastel

Mientras la fortaleza del tipo de cambio peso-dólar va que vuela para alcanzar las trece unidades, atentamente México SA solicita un favor: Jelipe, ¡ya no jodas al prójimo! Hasta por teléfono (número privado, en el caso de este tecleador) bombardeas con tu propaganda ramplona. Duro que te duro, a todas horas, la misma cantaleta. Ya pareces tinterillo de banco, de esos que hostigan a los deudores de tarjetas de crédito. Ya párale, Jelipín; dedícate a algo productivo y gasta el dinero de los mexicanos en lo que beneficie al país. Además, ya pasó el informe