En juego de sotaneros y de técnicos debutantes, un punto para cada uno. Fue un empate 1-1 en el estadio Azteca, entre el América, dirigido ahora por Alfredo Tena, ante Antonio Mohamed quien recientemente tomó el mando de Tijuana, que el equipo mantuvo el dominio la mayor parte del tiempo.

Apenas acababa de sonar el silbatazo inicial cuando Javier Jacuzzi abrió el marcador a los 16 segundos. Las Águilas tardaron mucho en reaccionar y fue al minuto 85 cuando lograron la igualada. Así, se mantienen en el sitio 16 de la tabla general, con 10 unidades y Xolos, en el 17, con siete.

Gol sorpresivo, de madrugada. Todavía no se terminaban de acomodar los jugadores sobre la cancha cuando en la primera acción los Xolos –que tuvo el saque inicial en su favor– en cuestión de instantes le frustraron el debut a Tena al llegar en el segundo 16 al área de Armando Navarrete, quien no pudo controlar un remate, soltó y llegó Jacuzzi para el primero de la tarde.

Los anfitriones parecían aletargados, porque sus avances eran lentos, fallidos las más de las veces, y por eso al minuto ocho de nueva cuenta los Xolos llegaron con relativa facilidad al área rival, donde de milagro las Águilas se salvaron de la segunda anotación de un cabezazo, ya que esta vez Navarrete alcanzó con las uñas a desviar el esférico.

América estuvo a punto de lograr la igualada con un cañonazo de Jesús Molina sobre el marco defendido por Cirilo Saucedo, quien como pudo se estiró para mandar a tiro de esquina y enfriar la posible anotación.

Se terminó el primer tiempo del partido el cual, salvo la única anotación al inicio del partido, no levantó a nadie de sus asientos ni provocó ninguna emoción adicional, y en cambio los protagonistas fueron acompañados a los vestidores con sonora rechifla.

Pese a lo que se podía esperar, para el complemento no hubo cambios en las alineaciones, aunque al anfitrión se le notó con arrojo al frente y en un tiro de esquina Reyna mando una que alcanzó a desviar el guardameta del cuadro fronterizo, y aunque no alejó el peligro, en la siguiente jugada evitó el empate.

Todavía llegó Daniel Márquez para rematar con fuerza, pero Saucedo se vistió de héroe salvando una vez más su valla.

Sin embargo, el partido pronto se desinfló otra vez al perderse la brújula al frente, porque las llegadas no culminaban con precisión ni con el cálculo planeado y eso provocó el ole… ole… ole del respetable por el pobre espectáculo ofrecido sobre el terreno de juego.

Bajo la estrategia del sube y baja, a ratos las Águilas parecían salir de su sopor y buscaron ir al frente. Reyna se atrevió a disparar un cañonazo cruzado desde la derecha, que hizo zumbar al travesaño rival, al pasar unos centímetros arriba.

Susto que se llevaron los Xolos, cuando en una falta en favor de los anfitriones Javier Gandolfi, en su instinto de desviar, le pegó con la cabeza y el balón pasó a unos a milímetros del marco de su propio portero Saucedo, quien luego se lució en dos intervenciones más, tras remates de peligro de Reyna y Molina.

Entonces se disputaban los momentos de mayor emoción, con el público al filo de la butaca y con el grito listo para cantar la anotación o ahogar el ya merito.

Y empezó el ida y vuelta, con entradas fuertes pero limpias y más emociones, como el disparo de Fernando Arce, quien soltó un obús en dirección de gol, pero Navarrete, muy a su estilo, se lució con un contramano y alcanzó a desviar la pelota para tiro de esquina.

La movilidad y rapidez de ambos equipos fue el común denominador en los minutos finales

Otra emoción fue regalada por Daniel Montenegro, quien cobró una falta sobre la media luna que alcanzó a rechazar Saucedo, aunque lo que ya no pudo evitar fue el gol de Benítez; éste debió hacer circo y maroma para rematar dos veces, y aunque el portero atrapó, por la inercia se metió con todo y balón en su meta.

En la reunión con los medios, Antonio Mohamed consideró que el equipo hizo lo necesario para ganar, y si bien merecíamos un mejor resultado, regresamos tristes por el empate.

Luego de apuntar que se perdieron dos puntos y no se ganó uno, afirmó que regresa a casa con bronca, pero con muchas cosas que corregir. Es una lástima que no se nos hayan dado los resultados porque el equipo hizo un gran esfuerzo.

Por su parte, Alfredo Tena, afligido, apuntó que se siente tranquilo, no por el marcador, pero sí por lo que mostró el América, que desde su punto de vista ganó algo de volumen de juego, pero el portero (Cirilo Saucedo) nos frenó varias veces y al final pudimos lograr un meritorio empate.

Admitió que aún está lejos de lo que piensa hacer para el plantel y que por ahora deben trabajar para no distraerse, y una vez que pase el huracán dará oportunidad a los juveniles para poderlos mantener cuatro o cinco encuentros, con el apoyo de los de mayor experiencia”.