París, 4 de mayo. A dos días de celebrarse la segunda vuelta de los comicios en Francia, el candidato socialista Francois Hollande sigue arriba de las preferencias electorales frente al presidente Nicolas Sarkozy, quien dijo que en caso de no obtener el triunfo dejará la carrera política, lo que para algunos partidarios significaría dejarles la puerta abierta a los opositores.

Las intenciones de voto en favor de Hollande se reducen dos puntos, a 53 por ciento y aumentan a 47 por ciento para Sarkozy, según un sondeo del semanario VSD y La Chaîne Parlementaire.

Hollande recabó 53.5 por ciento de intenciones del sufragio, contra 46.5 por ciento de Sarkozy, quien reduce en punto y medio su desventaja, según una encuesta del canal i-Télé.

El sondeo dado a conocer por el diario Le Parisien/Aujourd'hui en France sigue dando como ganador al socialista en la segunda vuelta, con 52.5 por ciento, pero pierde un punto respecto al 1º de mayo en favor de Sarkozy, con 47.5 por ciento de la preferencias.

La diferencia entre ambos se reduce medio punto en el sondeo de France Télévisions, Radio France y Le Monde, que da a Hollande 52.5 por ciento de intenciones de voto y 47.5 por ciento a Sarkozy.

En el cierre de campaña que tuvo lugar este viernes, Hollande exhortó a los electores a darle una amplia victoria. Si los franceses deben elegir, que lo hagan claramente, masivamente, que le den al que sea investido toda la capacidad y los medios para actuar.

El candidato evocó la dificultad de su posible mandato, estimando que no disfrutará de un periodo de gracia. No tengo plazo de gracia, es decir, que todas las decisiones que tome tendrán que ser justas y coherentes, indicó.

Pese a todos los pronósticos en su favor, Hollande afirmó que sigue habiendo incógnitas en estos comicios, como la participación y el voto en blanco.

En tanto, Sarkozy estimó que el resultado de la elección se decidirá por muy poco margen y puso sus esperanzas en una fuerte movilización de los electores, declarándose sereno.

Siento una fuerte participación en la segunda vuelta y una situación de gran igualdad, va a decidirse por poca cosa, en función de la definición que tomen los franceses de ir o no a las urnas el domingo, dijo Sarkozy a la emisora Europe 1.

Durante la entrevista, el mandatario prometió que abandonará la política si pierde las elecciones. Ya dije que si la gente vota en otra dirección, entonces se habrá acabado, sostuvo.

Las perspectivas son más que sombrías para Sarkozy. No sólo los sondeos le son desfavorables, sino que además no logró que acudieran en su apoyo ninguno de los candidatos que quedaron descalificados en la primera vuelta.

La dirigente derechista Marine Le Pen llamó implícitamente el martes a votar en blanco, tras un discurso en el que criticó con virulencia al actual presidente.

Según expertos, el giro de su discurso para atraer a los votantes de la derecha fue la causa que invocó el candidato centrista Francois Bayrou al anunciar el jueves que votaría por Hollande, un último golpe para Sarkozy, que necesita de votos de la extrema derecha y del centro para ganar la elección.

En la segunda ronda de los comicios están convocados a votar el domingo unos 46 millones de personas, para elegir al presidente que gobernará los próximos cinco años. De ganar Hollande sería la primera vez en 17 años que un socialista queda al mando desde el final de la gestión de Francois Mitterrand.