Puebla, Pue., 4 de mayo. En vísperas de la celebración del 150 aniversario de la Batalla de Puebla, Felipe Calderón afirmó que así como el presidente Benito Juárez y el general Ignacio Zaragoza hicieron frente a los invasores franceses para defender la independencia nacional y ganaron para sorpresa de muchos, en la época actual nos toca el embate imbécil, feroz, estúpido de la delincuencia organizada.

Éste, junto con los desafíos como el económico o de salud –como la pandemia de influenza–, habría derrotado a cualquier otra nación o la habrían convertido en un Estado fallido como dijo alguien de México, que no lo es.

Por el contrario, afirmó durante la cena de gala con motivo de la fiesta cívica que se realiza en esta entidad, en México tenemos una democracia vibrante, plural. Los mexicanos tenemos patria antes que partido, subrayó.

Con este acto, el titular del Ejecutivo culminó el primer día de la gira de trabajo de dos días que realiza en esta entidad.

Por la mañana había expresado que la lucha por la seguridad de los mexicanos es una tarea de Estado que va más allá de los colores partidistas y los sexenios, luego de resaltar que el apoyo de las fuerzas armadas en el combate al crimen organizado debe ser temporal.

No puede ni debe ser una ayuda permanente, sino sólo por el lapso necesario para dar el tiempo y espacio a que las policías estatales se reconstruyan, dijo en la visita que hizo a la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial Ignacio Zaragoza, en el municipio de Amozoc de esta entidad.

En la Academia de Policía, defendió una vez más su estrategia contra el narcotráfico y señaló que la corrupción en varios cuerpos policiacos y ministeriales propició la penetración de los criminales –organizados o no– en las instituciones.

Hizo énfasis en que la actuación de las fuerzas armadas no originó la violencia que se vive en algunas zonas del país, sino al contrario. Tal participación –dijo– respondió a las peticiones que por escrito hicieron los gobernadores.

Sin embargo, para resolver el problema, agregó, las propias fuerzas locales deben hacerse cargo. Una vez depuradas, renovadas y fortalecidas, de lo que siempre se deben hacer cargo es de la seguridad de los ciudadanos, de sus electores.

Desde su llegada al estado Calderón estuvo acompañado de funcionarios de su gabinete, así como del gobernador Rafael Moreno Valle.

Sobre el tema de la seguridad, Calderón resaltó que la Academia de Policía –cuyo costo ascendió a 333 millones de pesos– fue posible por el esfuerzo conjunto de los gobiernos federal, estatal y la Iniciativa Mérida.

A su vez, el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, resaltó que dicha iniciativa se basa en la premisa de que Estados Unidos, el mercado más grande de comercio internacional de narcóticos, comparte la responsabilidad de la violencia derivada del narcotráfico que aflige a México.

Reconoció, además, que el dinero de dicho proyecto es sólo una parte en comparación con los recursos asignados por el gobierno calderonista para el combate a la delincuencia organizada, el cual ya está dando frutos.

A su vez, Calderón destacó que la lucha por la seguridad de los ciudadanos es un desafío de enormes proporciones y exaltó la labor de las fuerzas armadas y federales. En todos los operativos ha habido reducciones de los niveles de violencia.

Más tarde, recorrió el Museo Interactivo Batalla 5 de Mayo, el cual está bajo la responsabilidad de la Secretaría de la Defensa Nacional. Por la noche asistió a un concierto de gala en la catedral de Puebla y luego a una cena en el Centro de Convenciones.