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Natalia Traven escenifica la obra Tal vez en París, en el Centro Cultural El Juglar

La ausencia de técnica es un rasgo de la formación de actores en México

La actriz y docente propone llevar al espectador a las circunstancias donde se desarrolla el montaje

 
Periódico La Jornada
Martes 5 de febrero de 2013, p. 8

Parte esencial de la magia en el teatro consiste en agarrar de las pelotas al espectador y treparlo al escenario, llevarlo al lugar o las circunstancias donde se desarrolla la obra.

De ello mantiene pleno convencimiento Natalia Traven, en su doble condición de actriz y catedrática de la especialidad: Si uno como actor genera una distancia o se baja a las butacas es como invitar al público a la puerta de salida.

Protagonista del montaje Tal vez en París, que se presenta los viernes en el Centro Cultural El Juglar, hasta el 22 de febrero, la intérprete afirma que un rasgo de la formación de actores en México es la ausencia de técnica.

“Es muy común que en este país no se dé técnica; no les gusta la especialización actoral. Aquí se estudia de chile, mole y manteca; medio que (los maestros) leen a (Jerzy) Grotowsky, (Antonin) Artaud, (Eugenio) Barba, (Lee) Strasberg y (Constantin) Stanislavsky, hacen un coctel y crean su ‘propia técnica’. ¡Uta, eso está cañón”, explica la intérprete, quien se especializó en el Método Strasberg, del cual es asimismo docente.

Sé que me va a causar un linchamiento lo que he dicho, pero mi experiencia es ésa. Llevo 20 años, la mitad de mi vida, dando clases y lo que más ha llamado mi atención es que, más allá de la Facultad de Filosofía, en todas las escuelas están peleados con la técnica.

Memoria afectiva

De acuerdo con Natalia Traven, en México existen pocos especialistas en alguna técnica o método actoral. Lo más que se hace es seguir la línea o la filosofía de un autor, pero no de forma consistente.

Esto es algo que se refleja en los propios alumnos, afirma, los cuales no sólo creen que ya pueden actuar desde los primeros niveles, sino que consideran como pérdida de tiempo tomar alguna especialización.

Tal desconocimiento y falta de interés hacia la especialización ha propiciado prejuicios e ideas distorsionadas sobre algunos métodos actorales, como es el caso del Strasberg, del que se cree está asociado al sufrimiento personal.

Eso es falso. Es un método con herramientas muy puntuales y nada tiene que ver con aspectos del sufrimiento y de acordarse de cosas tristes y terribles de la vida, explica a grandes rasgos la catedrática universitaria.

Foto
Natalia Traven durante la entrevistaFoto Roberto García Ortiz

Lo que el método rescata de Stanislavsky, y usa como herramienta, es la memoria afectiva, la cual comprende a la sensorial y a la emocional. Lo que hace es contactar las emociones. Un olor, un color una textura puede disparar un gesto o una expresión.

Cercanía necesaria

Para Natalia Traven el arte es aquello que te incluye, no lo que genera distancia, por lo que se asume partidaria del teatro naturalista, realista, debido a la cercanía que propicia con el público.

“El teatro me encanta con esta cercanía. Básicamente, mi carrera ha sido con obras muy cercanas al público.

El teatro a la italiana es fantástico, pero la cercanía me parece poderosísima, porque permite identificarnos más, no hay una distancia espacial, estamos verdaderamente incluidos.

La anterior es la principal característica que ella disfruta de Tal vez en París, cuyo pequeño formato, asegura, establece de manera directa un vínculo con los espectadores

Me gusta mucho de esta propuesta que el público escucha, de forma voyerista, la conversación que tiene enfrente. Esto es algo por lo que las revistas del corazón y de chismes tienen tanto éxito, porque uno, como persona, siempre está atento de cómo le va a la pareja de al lado; quiere saber cuándo rompen, por qué lo hicieron y si es que se reconcilian, indica.

Siempre hay algo de morbo en el ser humano, que quiere saber si lo que le está pasando es normal, o si lo que está viviendo es doloroso, o penoso lo que está viviendo el de al lado.

Escrita y dirigida por Javier Nieto, esa comedia aborda el rencuentro de una pareja 10 años después de haberse divorciado, en un café de la capital parisina.

Lo que más rescato de esta pieza es que no es nada pretenciosa en términos intelectuales. Se vale de una situación común, que puede pasarnos a todos, con un lenguaje coloquial, muy cotidiano, explica.

Tal vez en París se presenta en el recinto de Manuel M. Ponce 23, colonia Guadalupe Inn, los viernes, hasta el 22 de febrero, a las 20:30 horas.