Con un triplete de Christian Benítez, el América humilló 3-0 al Cruz Azul en el llamado clásico joven. De paso, las Águilas instalaron a los cementeros en una innegable crisis, al propinarle su tercera derrota consecutiva en la liga Mx.

El ariete ecuatoriano no desperdició el pletórico y colorido estadio Azteca, que con casi 68 mil espectadores fue el escenario que lo inspiró para reconciliarse con el gol, a los minutos 22, 41 y 68. Los amarillos llegaron a 19 puntos, luego de nueve fechas. La Máquina se quedó con 10 unidades.

El equipo de casa dictó el ritmo y se apropió del balón, muy pronto arrinconó a los desangelados cementeros que, para complicar su panorama, vieron cómo al minuto 12 su hombre lanza, el aguerrido Christian Chaco Giménez, se resintió de la rodilla izquierda.

Chucho Benítez inició desconcentrado, errático, dos veces entregó mal el balón y falló un par de opciones; sin embargo, se lanzó de palomita al minuto 22 cuando Osvaldo Martínez cobró una falta. Jesús Corona nada pudo hacer para impedir el 1-0.

Benítez, quien llevaba una pobre cosecha de goles en el torneo y fue abucheado aquí hace 15 días por fallar varias opciones, estalló en eufórico festejo y se despojó de la playera, sin mirar el cartón amarillo que el árbitro Marco Antonio Rodríguez le plantó enfrente.

La Máquina tuvo una pobre reacción, fueron más chispazos individuales, patadas de ahogado en pleno naufragio, cuyo desastre se acentuó con la expulsión de Israel Castro, al minuto 37, por falta sobre Rubens Sambueza.

Sambueza, Raúl Jiménez y el mismo Benítez merodearon con mayor libertad el área enemiga. Libre, cómodo, Chucho sacó un riflazo desde afuera del área al minuto 41 para asestar el 2-0, que provocó que los cementeros salieran rumbo al descanso arrastrando los pies y cabizbajos.

Las porras de animación celestes, cuyos cánticos habían sobresalido gracias a la ausencia de las castigadas Monumental y Ritual del Kaoz, reclamaron a su propio equipo: “¡Pongan güevos, azules pongan güevos…!”

En el complemento, el partido continuó disputándose principalmente en territorio celeste, con esporádicos arribos ante el marco custodiado por Moisés Muñoz.

Al minuto 60, Paul Aguilar aplicó ruda entrada sobre Gerardo Flores y recibió la tarjeta roja.

Las cosas no variaron. Alejandro Castro estuvo muy cerca de cometer autogol al minuto 63, pero Corona evitó el tanto con lance hacia su poste derecho. Enseguida, Julio Domínguez con despeje sobre la línea evitó el tercer tanto. Entonces el técnico sacó al intrascendente Pablo Barrera y metió a Teófilo Gutiérrez.

Chucho redondeó su inspirada tarde al minuto 68, cuando a centro de Sambueza dio sólido frentazo para decretar la goleada.

En la recta final, ambos equipos desperdiciaron llegadas hacia las metas y Benítez se fue de cambio al minuto 80 entre aplausos. Su remplazo y compatriota Narciso Mina estuvo cerca en dos ocasiones de aumentar el marcador.

No renunciaré: Vázquez

Miguel Herrera señaló satisfecho: Nos vimos rayando lo perfecto, tuvimos la pelota; son sólo tres puntos, pero el orgullo quedó bien. La gente se va contenta. Aseguró que Benítez es el mismo de siempre, pero “hay partidos donde todo sale. En el anterior lo abuchearon; hoy lo alabaron... ¡Y tuvo una más como para hacer otro gol!

Con la garganta reseca, Guillermo Vázquez recalcó que no se hará a un lado. Perder tres juegos seguidos habla de que algo no anda bien, es incómodo, y aceptó que posiblemente se ha caído en la desesperación y cierta impotencia porque no salen las cosas.