Cultura
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La catedrática Angelina Muñiz-Huberman, en el City College de NY

Frente a la globalización, la identidad nacional no se pierde en la literatura

Además ofreció un panorama de las letras actuales en México y habló sobre las técnicas literarias surgidas de la cábala hispanohebrea

 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de junio de 2013, p. 5

Frente a la globalización económica y cultural imperante en el mundo, la literatura es de los pocos territorios del arte que han logrado preservar rasgos nacionales, sostiene la escritora y catedrática universitaria Angelina Muñiz-Huberman.

La individualidad nunca se pierde, y por individualidad puede entenderse también el país. Entonces, en la literatura, siempre va a haber una mezcla de todo, y eso ha existido en todas las épocas, no sólo ahora en la globalización, señala.

A manera de ejemplo, comenta que en la Edad Media aparecieron temas literarios en común en España, Francia e Italia, como la literatura Mariana, que es de tipo religioso, y en la que se exalta a la virgen María.

Y si bien se trata de un tema que mantiene una serie de características compartidas, explica cada escritor y cada uno de esos países desarrolló sus particularidades, y eso es parte de una identidad, tanto personal como nacional.

Eso (la identidad) no se pierde, al igual que no se pierde el individuo dentro de la masa; sigue siendo individuo, aunque sea parte de la colectividad, destaca.

Tal vez en algunas artes, como la música, sea más fácil esa pérdida del rasgo nacional, por las influencias internacionales que permean en todos los lugares del mundo. La literatura, sin embargo, sigue siendo más independiente.

La anterior explicación de Muñiz-Huberman se deriva de uno de los tres temas que abordó en sendas conferencias magistrales impartidas hace unas semanas en el City College de Nueva York, Estados Unidos, como parte de la Cátedra Cultura de México.

Esta iniciativa académica fue instaurada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) con el propósito de promover a nuestro país en Estados Unidos y el Reino Unido mediante la producción artística e intelectual de sus creadores.

En la primera de esas tres conferencias, la escritora dio una semblanza de la literatura mexicana actual. Como en su opinión el panorama de las letras nacionales es muy amplio, abordó no a los autores referenciales, sino aquellos nacidos en la segunda mitad del siglo XX, que son poco conocidos y con tendencias fuera de la apabullante moda de la trivialidad, apoyada por las editoriales comerciales. Entre ellos, Mariana Bernárdez, José María Espinasa, Luigi Amara, Claudia Posadas, Kyra Galván y Jenny Asse.

En ese mismo tenor, decidió enfocarse no en la novela, que es el género más difundido, sino en la poesía y el ensayo que, a su decir, tienen dificultades para ser publicados y están algo abandonados por la academia universitaria.

Autora de 45 libros (entre poesía, ensayo y narrativa), catedrática universitaria e integrante del Sistema Nacional de Creadores, Angelina Muñiz-Huberman dedicó la segunda conferencia a la relación de Miguel de Cervantes Saavedra y el mundo judío.

En tanto, en la última se abocó a la cábala hispanohebrea, una corriente mística del pensamiento hebreo que se desarrolló en España a partir del siglo XIII y que dio lugar a muchas obras y sobre todo a técnicas literarias de expresión, que se pueden aplicar.

Actualmente, grandes críticos, investigadores de la literatura, usan mucho estas técnicas, como Harold Bloom, claro que ya no en el campo místico, sino en el literario, porque básicamente lo que la cábala enseña es a leer con mucho cuidado el texto.