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En misión simulada de 120 días en Hawai, logran ideas de recetas apropiadas

Astronautas podrían cultivar y cocinar alimentos en Marte

Viajes anteriores han mostrado que pueden sufrir fatiga por consumir una dieta constante de comida congelada seca

Los exploradores probaron sushi de vegetales, jambalaya y unas bolitas de masa rusas

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Oleg Abramov, uno de los seis investigadores que pasaron casi cuatro meses en un hábitat simulado lo más cercano a Marte, en la base Mauna Loa, realiza una caminataFoto Ap
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 17 de agosto de 2013, p. 2

Los astrounautas que se preparan para la primera misión tripulada a Marte ya no tendrán que conformarse con una dieta invariable de alimentos congelados secos, y tal vez intenten cocinar en las condiciones más extremas.

La dieta constante y nada espectacular de comida deshidratada seca y congelada que disfrutaron los pioneros espaciales cederá su lugar a comida fresca cocinada en la superficie marciana.

Seis astronautas encerrados en una misión marciana simulada salieron el martes pasado de su aislamiento de 120 días en las faldas de un volcán hawaiano, con ideas de recetas apropiadas para una colonia en Marte.

El Centro de Exploración Espacial Análoga y Simulación de Hawai, financiado por la NASA, tuvo al grupo encerrado en un hábitat fingido en lo más cercano a Marte que se puede encontrar en la Tierra: las estribaciones del costado norte del Mauna Loa.

Su alojamiento estaba provisto de una amplia gama de ingredientes empacados y estables, junto con cacerolas, sartenes, estufa, horno, horno de microndas y otros aparatos eléctricos para cocinar y para hacer pan. Entre los alimentos que comieron los exploradores estuvieron sushi de vegetales, jambalaya y unas bolitas de masa rusas llamadas pelmeni.

Decidimos retroceder para avanzar, y estudiar lo que hacían los exploradores del siglo XIX para alimentar a los expedicionarios, explicó Jean Hunter, de la Universidad Cornell, quien encabezó el estudio. Obtenían gran provecho sicológico al ejercitar su creatividad en la cocina. Si está uno encerrado un par de años, los muros que lo rodean no cambian. Tiene uno que crear su propia variedad y novedad.

Misiones espaciales anteriores han mostrado que los astronautas pueden sufrir fatiga por consumir una dieta constante de comida congelada seca. Los primeros astronautas, de las misiones Mercurio y Géminis, tomaban alimentos en puré.

Era como servirles alimento para bebé en un tubo de pasta dental, comentó Vickie Kloeris, gerente del Laboratorio de Sistemas de Alimentación Espacial de la NASA.

John Glenn, primera persona que comió en condiciones de gravedad cero, reportó que su comida de salsa de manzana fue relativamente fácil de digerir.

Para la época de las misiones Apolo, la NASA había desarrollado un menú nutricionalmente equilibrado que iba desde ensaladas de atún hasta potaje de maíz. Pero ninguna, incluso la cena de Navidad de 1968, de “pavo termoestabilizado, gravy y salsa de arándano”, que no sonaba nada apetitosa, podría competir con ingredientes frescos.

Según los planes de la misión a Marte, los astronautas comerían alimentos congelados secos durante el trayecto de 300 días al planeta rojo, pero una vez allá intentarían cultivar productos frescos.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya