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En ese país no compran cerdo y pollo a empresas que usan jaulas confinadas: organización

Trasnacionales respetan más en EU que en México normas sobre cría de animales
Foto
Criadero de cerdosFoto Cortesía de la organizacón The Human Society International
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de enero de 2014, p. 22

Grandes trasnacionales de la industria alimenticia que en Estados Unidos han dejado de comprar carne y huevo a empresas que tienen encerrados a millones de cerdos y gallinas en jaulas de gestación –tan pequeñas y restrictivas que les impiden extender sus patas o alas y moverse siquiera una pulgada–, todavía no extienden esa práctica a México, señaló Elissa Lane, directora del departamento de animales de producción de The Humane Society International (HSI).

HSI es una organización que fue fundada hace 60 años en Estados Unidos para proteger a los animales, pero hace apenas una década enfocó sus baterías en los animales de granja y, gracias a la presión que ejercen los consumidores cuando dejan de comprar y comer productos que utilizan dichas jaulas, ha logrado que 60 empresas de ese país, como McDonald’s, Burguer King, Subway y Costco, dejen de contratar proveedores que aún las usan.

Los productores han tenido que adaptarse a ese requerimiento y, por ejemplo, Smithfield Foods, la mayor empresa de productos porcinos del mundo, ya anunció que va a eliminar completamente las jaulas de gestación en sus instalaciones en Estados Unidos para 2017 y para 2022 a nivel global, incluido México, donde también es uno de los grandes productores de cerdo, detalló Elissa Lane, en entrevista con La Jornada.

Además, nueve estados del vecino país ya prohibieron las jaulas de gestación, lo mismo que todos los países de la Unión Europea, así como diversas empresas mediante sus reglamentos corporativos.

HSI apenas lleva dos años trabajando en México y no ha tenido muchos logros al respecto porque, dice Lane, falta mayor conciencia entre la gente, pero al mismo tiempo, agrega, ésta va creciendo paulatinamente.

Según HSI una jaula confinada para un cerdo equivale a condenarlo a vivir toda su vida en un espacio del tamaño del asiento de un avión, sin poder moverse, girar o estirarse, mientras que en el caso de una gallina ponedora el espacio que se le proporciona es menor al de una hoja de papel tamaño carta. Un video al respecto puede verse en esta liga: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=0xuNJubrt0k

Cuestionada sobre qué empresas en México ya no contratan proveedores que usan jaulas de gestación, la directiva de HSI responde: en realidad no son muchas y sólo menciona Uniliver, Sodexo y a los Hoteles Mélia, pero que han tomado esa decisión a nivel global, además de Smithfield Foods.

–¿Y McDonald’s, Burguer King, Costco y las otras que mencionaste que ya lo hacen en Estados Unidos, aquí no lo han hecho?

–No, estamos trabajando con varias de ellas para que extiendan sus políticas de bienestar animal y se den cuenta que los consumidores mexicanos también se oponen al confinamiento.

Según Elissa Lane, oponerse a esta forma de producir animales para el consumo humano es una tendencia mundial ya que además de tener por objetivo brindarles un mejor trato, se convierte también en un factor de productividad y de imagen para las empresas.

Asegura que eliminar el uso de granjas no les representa mayores costos y es económicamente viable mientras que mantener las jaulas resulta insalubre porque enfermedades como la salmonella se propagan con facilidad.

Los animales enjaulados están impedidos de llevar a cabo todos los comportamientos normales propios de su especie como revolcarse, hozar (mover y levantar la tierra con el hocico), buscar comida o pastar en el caso de los cerdos y anidar, darse baños de tierra o perchar para el caso de las gallinas. Con tal confinamiento, los animales se autohieren buscando moverse, padecen dolencias físicas como problemas óseas e infecciones y, desde luego, stress que puede afectar su reproducción, tanto en ritmo como en cantidad de crías.

Elissa Lane sostiene que HSI no sólo maneja campañas educativas para difundir las condiciones inadecuadas y hasta crueles a las que se someten a los animales de granja, pues también trabaja muy de cerca con empresas alimenticias, productores y gobiernos para concientizarlos y ayudarlas a cambiar a sistemas más humanos.

Si el dejar el uso de las jaulas de gestación representa un costo extra para los productores, agrega, éstos se dan cuenta que los consumidores están dispuestos a pagar un poco más si los animales son criados y se reproducen en mejores condiciones, pero no siempre el costo se le traslada a los consumidores.