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La cinta, que se estrenó en México hace dos semanas, es un híbrido de géneros y estilos

Grandes héroes “es una carta de amor a la cultura pop japonesa”

Pensé que era un título chingón, y además se trata de un equipo nipón de superhéroes, lo que era doblemente chingón, afirma el director de la primera colaboración entre Disney y Marvel

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Fotograma del filme Grandes héroes
The Indepent
Periódico La Jornada
Martes 25 de noviembre de 2014, p. 9

A veces da la impresión de que todos los estudios de Hollywood hacen películas de superhéroes. Si sus calendarios recién anunciados son de creerse, Marvel, Warner Bros, Sony y Fox presentarán 20 de esas superproducciones antes del fin de la década. Pero el nuevo participante en el juego de los superhéroes resulta una sorpresa: la producción más reciente de Disney Animation, Grandes héroes (Big Hero 6), que se estrenó en México hace casi dos semanas, la cual está basada en un cómic.

La nueva cinta marca la primera colaboración creativa entre las compañías que crearon a Mickey Mouse y Hulk, aunque han estado bajo el mismo paraguas corporativo desde 2009, cuando Disney adquirió Marvel Studios por unos 4 mil millones de dólares, en lo que resultó ser una inversión extremadamente sabia.

Grandes héroes fue inspirada por un oscuro título de Marvel referente a un equipo de superhéroes japoneses, pero difiere tanto del material fuente que apenas si califica como adaptación. El guionista Robert Baird explica: Está inspirada en el cómic, pero hicimos algo nuestro. Queríamos hacer una película Disney de superhéroes, así que esperamos que lo sea, de manera única. Creemos que ningún otro estudio pudo haber realizado esta cinta de superhéroes en particular.

Amistad entre un joven y un robot

El filme se centra en la relación entre Hiro, talentoso inventor adolescente, y Baymax, robot de compañía creado por el hermano mayor de Hiro. Cuando un villano enmascarado aterroriza a la ciudad, los dos se alían con otros cuatro improbables héroes juveniles para formar el equipo de seis combatientes contra el crimen que da título a la película. Al mismo tiempo crece una conmovedora amistad entre el muchacho y su robot. Tiene la acción de una cinta de Marvel, pero con la sensibilidad y el humor de un potencial clásico de Disney.

Para el director Don Hall, la noticia de que Disney había adquirido Marvel fue emocionante. Lector de cómics toda su vida, en ese tiempo trabajaba en la versión 2001 de Winnie Puh, pero pronto comenzó a rebuscar en el catálogo antiguo de Marvel. En mis horas de comida durante Winnie Puh hice una lista de los cómics de Marvel que me gustaban cuando era niño, relata.

“Completé mi búsqueda en línea, donde encontré algo así como 5 mil personajes de Marvel. Así fue como encontré Big Hero 6. Es un título que aparece aquí y allá en el universo de Marvel. Pero en total había sólo 11 números, que son muy pocos. Pensé que era un título chingón, y además era un equipo japonés de superhéroes, lo que era doblemente chingón. Se me ocurrió que era una carta de amor a la cultura pop japonesa”.

Tal vez no es sorprendente que las filas de Disney están llenas de hombres y mujeres que crecieron amando los cómics. Hall refiere que, al correrse la voz de que desarrollaba una película animada basada en un título de Marvel, colegas que no conocía se le acercaban para pedirle colaborar en el filme. Su codirector, Chris Williams, comenta: Muchos se dedicaron a la animación porque de chavos pasaban mucho tiempo en su recámara escribiendo historietas, dibujando, viendo películas de ciencia ficción y todo eso. Así que cuando Don comenzó a hablar de hacer un filme de superhéroes con influencia del anime japonés, les tocó una fibra a muchos artistas de aquí.

Big Hero 6 ocurre en la ciudad ficticia de San Fransokio, mezcla de San Francisco y Tokio, donde el puente Golden Gate ha sido modificado para incorporar la forma de un torii, puerta tradicional japonesa. Semifuturista y sofocada en neón, San Fransokio evoca una versión más amable de la distópica Los Ángeles de Blade Runner, de Ridley Scott.

La cinta de Disney es un híbrido de géneros y estilos. La escena en la que Baymax cruza volando por primera vez la ciudad, vistiendo un traje rojo blindado construido para él por Hiro, tiene fuertes ecos de una secuencia similar del original Iron Man (2008), la cinta que lanzó a Marvel Studios y desencadenó la oleada actual de cintas de superhéroes.

Los cineastas también comparten el afecto por la obra del legendario animador japonés Hayao Miyazaki. No es coincidencia, pues, que en silueta Hiro y Baymax casi se puedan confundir con Satsuki y Totoro, la joven y el amable espíritu del bosque de Mi vecino Totoro, de Miyazaki (1988). Hay algo muy íntimo y poderoso en la relación entre Satsuki y Totoro, que influyó en nosotros, expresa Williams. Totoro y Baymax tienen rasgos similares: son callados y rollizos, pero con un sentido de bondad, desprendimiento y calidez.

Williams, nacido en 1971, sugiere que Hall y él pertenecen a la primera generación de estadunidenses expuestos a la cultura japonesa. “Mi primera exposición al anime cuando era niño fue La batalla de los planetas, versión reciclada de una popular serie animada japonesa [Science Ninja Team Gatchaman]”, señala. “Más tarde nos pasábamos videocasetes de filmes de anime, como Akira, así que teníamos ventanitas hacia lo que ocurría en la cultura pop japonesa”.

El éxito esperado de Big Hero 6, que no ha recibido hasta ahora más que críticas entusiastas en Estados Unidos, es una prueba más de que Disney Animation ha tenido un renacimiento encabezado por su actual jefe creativo, John Lasseter. Desde mediados de la década de 1990 hasta mediados de la siguiente, el estudio perdió terreno en este campo y en taquilla frente a sus rivales Pixar y Dreamworks. Pero en 2006 Lasseter, antiguo animador de Disney que se había separado para dirigir Toy Story y manejar Pixar, volvió para montar un retorno.

Con Ed Catmull, presidente de Disney Animation, Lasseter instauró un fondo de historias de directores que se consultan con regularidad sus proyectos, sistema que había rendido frutos indiscutibles en Pixar. Relanzó el esquema de cortos del estudio para generar innovación y estimular a jóvenes directores. Incluso alteró el diseño de interiores, desmantelando varias oficinas en la sede de Disney para crear un área de recreo con un bar de café, conocida como la Ruta de la Cafeína, donde se anima a las personas a intercambiar ideas durante las pausas en el trabajo.

Roy Conli, productor de Big Hero 6, lleva más de 20 años en Disney y conoció el estudio en sus tiempos de esplendor, cuando El Rey León (1994), seguidos por ese largo descenso continuo. Se volvió muy manejada por ejecutivos, explica. “Lo que John trajo de nuevo al estudio fue el manejo de los cineastas. Siempre hemos mirado a Pixar y decimos, ‘¡Rayos, esos tipos son buenos!’ Pero en lo que John y Ed fueron brillantes es en que no intentaron convertirnos en otro Pixar. John había estado aquí antes que en Pixar, y entendía lo que era este lugar y lo que él quería que fuera.”

Cadena de éxitos

¿Los resultados? Una cadena de éxitos, entre ellos Enredados (2010), versión moderna de Rapunzel; Ralph el demoledor (2012), inteligente y entrañable visión del mundo de los juegos de video, y el megaéxito de hadas Frozen, del año pasado. La siguiente en el programa de Disney Animation es Zootopía, comedia policiaca ubicada en una ciudad poblada por animales, seguida por Moana, la historia de una adolescente del Pacífico sur que se aventura en el océano en busca de una isla mítica. Ambas serán estrenadas en 2016.

Entre tanto, la gran carpa de Disney cubre ahora no sólo Disney Animation, Pixar y Marvel, sino también Lucasfilm, adquirida por el estudio en 2012 por otros 4 mil millones de dólares. ¿Habrá alguna oportunidad de que Disney Animation emprenda un proyecto de La guerra de las galaxias a continuación? Todo dependerá de que un director tenga una idea, responde Conli. John cree que si los cineastas tienen una gran idea para una secuela, la haremos.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya