Perdió, y le pesa, admitió Yessica Kika Chávez. No minimiza la dimensión de la derrota que sufrió en noviembre ante la campeona minimosca Ibeth La Roca Zamora, pero a pesar de que interrumpió sus aspiraciones de conquistar un título mundial, está convencida de que eso no le arrebató su lugar en el boxeo femenil mexicano.

Si bien implica un replanteamiento en su carrera boxística, pues debe reubicarse en la clasificación para volver a aspirar a un cinto, Kika no teme que perder ante La Roca la hundiera en esa lista.

Por ahora se recupera de una lesión en la rodilla, que retrasó su retorno al gimnasio, y por tanto el inicio de las negociaciones para determinar hacia dónde irá la carrera en 2015.

Pero aquí sigo, fuerte y con actitud para regresar a los primeros lugares, desafió. No sé bien cómo me afectó la derrota, pero yo creo que por el contrario: quedó el terreno fértil para construir una rivalidad y pedir una revancha.

Después de perder por decisión unánime en aquel combate en Toluca, Kika aseguró que nunca sufrió depresión ni lo convirtió en un drama. Ella tiene como referente a grandes boxeadores, y recordó que la mayoría sufre derrotas en este deporte y deben seguir adelante.

Estoy segura de que mi lugar nadie me lo ha ganado, sostuvo Kika. Claro, me quedó un peso por haber perdido y sobre todo porque quedé a deber, admitió.

Lo que quedó a deber esa noche ante La Roca –explicó– fue la capacidad para manejar los resultados adversos, la presión de estar abajo en las tarjetas.

Los resultados de las tarjetas me cegaron, recordó. Me faltó voluntad para remontar la pelea y terminé por entrar al juego de Ibeth; ya no pude recuperar el control, contó.

En resumen, dijo que aquello que le faltó fue un plan para enmendar el camino, para sobreponerse anímicamente.

Me faltó esa determinación, porque además me pesó la condición física para contener a una peleadora que nunca dejó de ir al frente, relató Kika. La altitud de Toluca y una rival que nunca retrocede... no me alcanzó la condición para también ir hacia adelante, costara lo que costara.

No le resta méritos a Zamora, pero a pesar de eso, cree que su carrera aún es un buen negocio, porque afirmó que una derrota no puede frenar sus aspiraciones.

La gente quiere verme disputando un cinturón, no importa si es el de Ibeth o cualquier otro, advirtió. Quiero ocupar un nicho histórico en el boxeo femenil, y así como se habla de Mariana Juárez, Jackie Nava o Ana María Torres, así se va a mencionar mi nombre.