San Sebastián.

El cineasta británico Ben Wheatley presentó este martes High-rise, historia de locura colectiva, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, Donostia, que también exhibió El niño y la bestia, primera película de animación que pugna por la Concha de Oro.

Whethley, conocido por obras como Deep Blue Sea, adaptó a la pantalla la obra homónima de J.G Ballard sobre un rascacielos ultramoderno, que cuenta con todas las comodidades y cuyos habitantes parecen estar divididos en los pisos según su posición social: la clase alta arriba y la baja en la base.

Hasta ese rascacielos llega el doctor Laing (Tom Hiddleston) buscando el anonimato, pero a medida que empiezan a surgir problemas de suministro eléctrico y averías, la vida se va degradando en el interior del edificio, cayendo en una anarquía total con sus habitantes organizándose en clanes y luchando por la supervivencia.

Es una adaptación fiel del libro original, aseguró Wheatley, en rueda de prensa tras la proyección de esta película, que protagonizan los actores Tom Hiddleston, Luke Evans y Sienna Miller.

La japonesa El niño y la bestia, primera película de animación a concurso en los 63 años de vida del festival, relata la historia de un infante que tras perder a su madre y no saber nada de su padre divorciado, acaba perdiéndose en un mundo paralelo habitado por bestias.

Es la obra más reciente de Hosoda, autor de Summer Wars o Los niños-lobo.

El director explicó que la película surgió cuando después de tener a mi hijo, empecé a imaginar cómo va a crecer, se fijará en mí y seguro que también se fijará en otras padres ideales, en figuras ideales que también le ayudarán a crecer.

Chasing Niágara, de Rafa Ortiz

El mexicano Rafa Ortiz, de 28 años, presentó Chasing Niágara en la sección Savage Cinema, dedicada al cine de deporte extremo y aventuras.

La película recorre el largo camino de tres años hecho por Rafa Ortiz para realizar su sueño de saltar las cataratas del Niágara, de 52 metros, al que al final renunció.

Entendí que había una implicación legal, que si yo moría, mi equipo de seguridad se podía ir a la cárcel de por vida, relató.

No tiene la imagen de una persona que ha saltado en kayak Pallouse la cascada más alta por la que se ha lanzado un ser humano. Tiene 57.6 metros.

Como deportista loco que siempre he sido, veo una cascada y pienso en mí, pero en Niágara, fue la primera vez que tomé una decisión que va más allá de mí, recordó este kayakista autodidacta, quien comenzó a remar a los 14 años, cuando le regalaron un kayak.

La cinta muestra toda su preparación y la de sus compañeros de aventuras, cómo estudian cada piedra y corriente del río antes de tirarse por impresionantes cascadas como la Big Banana, en Veracruz, de 42 metros, la segunda más alta saltada en kayak.